El sindicato de trabajadores de Estaciones de Servicio amplía su horizonte de capacitación ante los nuevos desafíos laborales

La Mutual “27 de Agosto”, hizo un balance positivo y con altas expectativas referido a su Centro de Formación Profesional y Empleo, que como es tradicional, está terminando de capacitar a casi mil aspirantes a trabajar en el sector estacionero, con cursos reconocidos y aprobados por la Secretaría de Trabajo de la Nación.

Desde el gremio que lidera Carlos Acuña, anunciaron a surtidores.com.ar que, debido al rotundo éxito de las experiencias formativas implementadas en Estaciones de Servicio reales, planean expandir esta modalidad para abarcar más localidades bonaerenses en el próximo período. De esta manera, los cursos no solamente se están impartiendo de manera teórica en la sede del barrio de Monserrat, sino en los mismos establecimientos de trabajo a través de acuerdos y convenios con los empresarios estacioneros de distintas zonas de Buenos Aires.

Municipios como Hurlingham, Presidente Perón, Morón, Laferrere y San Martín, ya han sido parte de este innovador proyecto, donde la capacitación se lleva a cabo directamente cada Estación de Servicio, permitiendo que los participantes apliquen sus conocimientos en tiempo real.

Este enfoque práctico y directo no solo eleva el nivel de profesionalismo de los empleados, sino que también genera un impacto positivo tanto para los trabajadores como para los operadores. “El perfeccionamiento continuo es clave para adaptarnos a las nuevas demandas del mercado y asegurar que nuestros empleados estén a la altura de las exigencias del sector”, explicaron desde la Mutual.

La institución desde su apertura en 2002, ofrece actualmente ocho cursos distribuidos en cuatro categorías principales: vendedor de playa, empleado de minimercado, administrativo y gerente o encargado de Estaciones de Servicio. Con un certificado de calidad avalado por IRAM, este centro ha formado a más de 10 mil egresados a lo largo de su historia.

Como cada año, la entidad cuenta con una gran cantidad de vacantes, que se cubren en dos etapas: una a principios del ciclo lectivo y otra en la segunda mitad del año. Los cursos tienen una duración de cuatro meses y se dictan dos veces por semana, con clases de tres horas. Cada grupo está limitado a 25 alumnos, lo que permite una atención personalizada y un seguimiento cercano del progreso de cada participante.

Una de las novedades que resalta del programa es la incorporación de una tienda de conveniencia simulada, donde los alumnos pueden realizar prácticas en un entorno que imita las situaciones reales del trabajo diario. “Queremos que nuestros estudiantes salgan preparados para cualquier escenario, desde la atención al cliente hasta la resolución de problemas imprevistos“, concluyeron los capacitadores.