Una vez instrumentado el cepo al aumento de precios de los combustibles líquidos, a través del decreto 566/19, las Estaciones de Servicio de bandera blanca empezaron a tener problemas, sobre todo cuando se liberó el precio para el canal mayorista.

Los proveedores preferían venderles al agro en lugar de las expendedoras que tenían un precio inferior: regulado. Esto provocó un desabastecimiento virtual de gasoil, ya que el comburente se ofrecía pero a valores altos que no dejaban mucho margen de rentabilidad.

“Había un muy mal precio, que encarecía mucho el producto. Pero ahora, al haber quedado caduco el decreto (566) y aumentarse los precios, esta problemática se fue acomodando”, señala Sebastián Barinaga, empresario y referente de las Estaciones Blancas, en diálogo con surtidores.com.ar.

Sin embargo, el especialista indica que actualmente este problema persiste en el segmento del gasoil común, que es “el producto más importante de las blancas”.

“Como muchas se ubican en zonas rurales o del interior, lo que más venden es gasoil, que representa cerca del 80 por ciento de la facturación de un establecimiento de este tipo”, precisa Barinaga.

Cuenta que actualmente “hay margen en todos los productos, en las naftas Súper y en los Premium (nafta y gasoil), como para poder competir y vender al mismo precio que una estación de bandera, salvo en el gasoil común. Esta situación nos está preocupando”, advierte el referente.

En ese sentido, Barinaga comenta que dentro del documento que CECHA presentará a las nuevas autoridades nacionales, estará contemplada esta problemática a la que esperan que se le dé una rápida atención.