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En el Senado de la Nación avanza la discusión de un esquema de alivio administrativo y tributario destinado a simplificar las obligaciones del sector de combustibles. La medida apunta a corregir una estructura de tareas que las empresas consideran impropia de su función productiva y fuente de costos crecientes.
Mientras el mundo político y económico espera más detalles sobre las reformas tributarias y laborales impulsadas por Poder Ejecutivo, el Senado de la Nación contempla debatir un paquete de iniciativas que buscan otorgar un respiro a las Estaciones de Servicio, aliviando parte de las obligaciones que hoy deben asumir.
Así lo confirmó el presidente de la Cámara de Estaciones de Servicio de Formosa, Ángel Luis Bigatti, en diálogo con Surtidores, luego de mantener un intercambio de ideas con el legislador nacional Francisco Paoltroni.
El estacionero explicó que entre las propuestas presentadas, se encuentra la posibilidad de eliminar la obligación de las Estaciones de Servicio de actuar como agentes de retención fiscal y previsional, una carga que –según indicó– “consume recursos administrativos y financieros que deberían destinarse a mejorar la productividad y el empleo”.

El dirigente formoseño también planteó que los sindicatos deberían ser financiados directamente por sus afiliados, y no por los empresarios, como ocurre actualmente. “El sistema actual le da un poder de inspección desmedido a las organizaciones gremiales, que incluso llegan a pedir historiales de movimientos retroactivos de diez años, una práctica abusiva e inconstitucional”, advirtió. Bigatti recordó además los bloqueos sufridos por Estaciones de Servicio en distintos puntos del país, y destacó el compromiso de Paoltroni para llevar estos temas al debate legislativo.
El titular de la Cámara formoseña fue especialmente crítico con lo que definió como “voracidad fiscal”. Denunció que las exigencias de los estados provinciales y municipales generan “no solo perjuicios económicos, sino también daños físicos y psicológicos a los responsables de las empresas”.
Como ejemplo, relató su propio caso frente a la Dirección de Rentas de Formosa, que le impuso años atrás una multa equivalente a 130 mil dólares, -“el valor de una vivienda” comparó, lo que calificó como “un arma de destrucción selectiva contra los contribuyentes que generan empleo genuino”.

Enfatizó además que “estamos viviendo una presión constante”, por el acoso de los fiscos y los gremios, que no tienen ningún tipo de control. “Nadie los audita, nadie los regula”, lamentó.
Mientras se aguarda la versión final del proyecto de reforma impositiva, el empresario sostuvo que “toda reforma que tienda a equilibrar las cargas y evitar abusos de autoridad es bienvenida”. Aseguró que las Estaciones de Servicio no se oponen a cumplir con sus obligaciones, pero reclaman un marco justo y racional que les permita sostener la actividad sin ser víctimas de un sistema que, según dijo, “premia al que aprieta y castiga al que trabaja”.
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