A consecuencia de las nuevas directivas del ENARGAS, las Bocas de Carga de GNC debieron optar por determinar la modalidad de abastecimiento para el período anual que dio comienzo el 1º de abril.

Muchas se volcaron por la facturación unificada del servicio a través de las Distribuidoras de Gas mientras que otras continuaron con el modelo desdoblado, en que también interviene una Comercializadora.

La disyuntiva de los expendedores se suscitaba en el precio de compra del Gas en Boca de Pozo, para poder decidir con datos más precisos la conveniencia de una u otra alternativa. Sin embargo, la insistencia de la autoridad regulatoria de inclinarse por alguna de las opciones con varios meses de antelación, definió la elección por intuición más que por conocimiento.

No obstante, el Vicepresidente de la Cámara de Expendedores de GNC, Pedro González, confió que “la subasta dio como resultado precios más convenientes de lo que habíamos supuesto con anterioridad”.

En razón de ello es que el directivo sostiene que ambas soluciones fueron beneficiosas, a diferencia de lo que sucedió en Buenos Aires, donde acordaron con GASBAN y METROGAS que el costo del producto corresponderá al 15,5 por ciento del valor del litro de nafta súper YPF del mes anterior.

Esta referencia, lejos de ser ventajosa para los estacioneros, fue claramente perjudicial debido a los sucesivos aumentos que sufrieron los combustibles líquidos a causa de la suba de impuestos, la devaluación del peso y el incremento del barril de petróleo.

“En el interior del país hoy están en mejor posición que nosotros”, reconoce González. “En la zona metropolitana pagamos el gas más caro en este momento y somos los que vendemos más barato”, sostuvo.   

Actualmente el importe del metro cúbico de GNC en CABA cuesta entre $17.99 y $20. “La competencia es brutal”, afirma el dirigente de la CGNC, al tiempo que reveló que este mes un buen número de estacioneros asumirá el ajuste sin retocar el surtidor “para no perder clientes”.