Pese que corren tiempos de sensibilidad social por la creciente visibilización de violencia contra las mujeres, esta vez la justicia hizo caso omiso al reclamo de una trabajadora de una Estación de Servicio que denunció acoso por parte de sus superiores (Sentencia Definitiva nº 52040 Causa nº 38.401-2011 – Sala VII – Juzgado nº 59).

Según describió en su alegato, la situación le ocasionó tener que pedir turno con un médico psiquiatra y que como consecuencia de ello tuvo una crisis con ataque de pánico por lo que gozó de una prolongada licencia. Una vez que obtuvo el alta médica, se presentó en su trabajo y le comunicaron su despido.

La empresa por su parte, subsidiaria de una importante petrolera, argumentó su decisión en razones estrictamente comerciales y rechazó el reclamo por daño moral.

Conforme relato la operaria, adujo que sufrió maltrato delante de sus compañeros, que le pusieron sobrenombres humillantes, también expresó que la descalificaban como madre y se hacían diferencia con los demás empleados ya que los mismos percibían permisos para ir al médico y a ella se le negaba.

Los jueces sin embargo, manifestaron que las constancias probatorias no permiten inferir la presencia de indicios de mobbing. “No es posible inferir la existencia del acoso psicológico u hostigamiento laboral; la pericia médica es insuficiente para otorgar incapacidad a la trabajadora, ya que la misma se basa en el relato que expreso la misma en su demanda sin que haya quedado demostrado en autos la existencia de acoso laboral y destrato”, explicaron en el fallo.

No obstante, los magistrados consideraron si bien el empleador no demostró no haber discriminado a la accionante, el despido fue a causa de la enfermedad que había padecido. En razón de ello lo condenaron a compensarla por daño moral, imponiendo por tal causa una multa de $ 50.000.-