A través de diversas resoluciones, el Ente Nacional Regulador de Gas actualizó los cargos de transporte y distribución de gas natural en un 2,5 por ciento. Este aumento, si bien moderado, impacta de manera directa en los costos de operación de las estaciones de GNC.

La medida se traduce en un adicional de $1,30 por cada metro cúbico para una estación de carga que vende 100.000 metros cúbicos mensuales, con una reserva diaria en firme de 5.000 metros cúbicos, dentro del Área Metropolitana de Buenos Aires.

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Este ajuste se suma al del precio del gas natural en boca de pozo, que también experimentará una actualización a fin de mes. Este componente, el más relevante en el costo final del GNC, está atado al diferencial entre el valor del litro de nafta súper desde el período que va desde octubre de 2024 hasta enero de 2025.

“Es decisivo contar con contratos en pesos para reducir la exposición a la volatilidad cambiaria, ya que los precios del gas natural se fijan en dólares”, señala el especialista Luis Navas. Esta recomendación adquiere relevancia en un mercado donde la competitividad del GNC como alternativa de combustible depende de su estabilidad en precios.

El GNC consolida su ventaja competitiva frente a los combustibles líquidos

Desde hace años, los contratos de suministro para el gas natural en boca de pozo están vinculados a un porcentaje del valor del litro de nafta súper, en un contexto donde la competencia en el sector ha llevado a una disminución progresiva en las alícuotas aplicadas por cada comercializadora.

En este sentido, las estrategias de contratación en pesos, así como la optimización de costos operativos, se perfilan como herramientas esenciales para amortiguar el impacto de los incrementos tarifarios. Además, el monitoreo constante del mercado y la renegociación de contratos serán factores determinantes para preservar la competitividad del GNC frente los combustibles líquidos.