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Ante la experiencia que se está haciendo realidad en los países más desarrollados del mundo y de cara a la desregulación del sector estacionero mostrada en el autoservicio y la liberación de precios, surge la expectativa por el uso de monedas virtuales para cargar combustibles.
En un movimiento que marca un antes y un después en la forma de cargar combustible, la compañía Emirates Petroleum Company (Emarat) anunció en los Emiratos Árabes Unidos una alianza estratégica con Crypto.com para aceptar pagos en criptomonedas en sus Estaciones de Servicio.
Esta experiencia piloto, que comenzará en 10 establecimientos y promete extenderse a más de 155 puntos de carga, no sólo posiciona a la región como pionera en innovación energética y financiera, sino que enciende las alarmas –y las expectativas– en un sector clave de la economía argentina como es el de expendio de combustibles.
Desde ya, el interrogante que se instala es si esta revolución tecnológica puede aterrizar en nuestro país, caracterizado por un ecosistema cripto particularmente desarrollado, con una ciudadanía que ha adoptado monedas digitales como refugio ante los vaivenes de la economía tradicional.
En diálogo con surtidores.com.ar, Diego Torres Borda, referente del proyecto “Bitcoin para Todos“, analizó la potencialidad del modelo árabe replicado en el mercado local: “no cualquier medio de pago, pero algunos específicos basados en criptomonedas permiten ahorrar muchos costos transaccionales. Y el negocio del combustible tiene márgenes muy bajos, por lo que ahorrarse apenas un 1 por ciento en ese volumen es un monto muy significativo de dinero. Sería lo más lógico avanzar en este tipo de tecnología”.
Torres Borda incluso planteó un esquema de alianzas entre estaciones y organizaciones del ecosistema cripto: “Es de esperar un sistema donde el usuario escanee un QR y pague desde su celular con criptomonedas. El estacionero podría cobrar directamente en cripto y decidir si pagar al proveedor con esa misma moneda o convertirlo en pesos o dólares, dependiendo del marco regulatorio. En un contexto como el argentino, esto sería una ventaja competitiva clara”.
Por su parte, el especialista Alejandro Egea, explicó que la tecnología ya está madura para el uso cotidiano de monedas digitales en cualquier tipo de operación comercial, incluida la compra de combustibles: “yo pago mis viajes con USDT desde hace años, alquilo una casa y todo el contrato está en criptomonedas. ¿Por qué no cargar combustible de la misma manera? Es tan simple como escanear un QR, igual que se hace con Mercado Pago, pero con una seguridad mayor gracias a la encriptación”.
El experto advirtió, sin embargo, que la clave está en que los comercios –en este caso, las estaciones– decidan aceptar este tipo de pagos: “Hoy en día, pagar con stablecoins como USDT, que tienen paridad con el dólar, no debería ser un problema. Más aún en una coyuntura donde el tipo de cambio se está sincerando. Lo que no veo viable es pagar con Bitcoin, porque hoy es considerado como reserva de valor, como el oro digital. Nadie quiere desprenderse de eso. Pero con los criptodólares, sí”.
Según los consultados, la realidad local plantea un escenario mixto. Por un lado, existe una comunidad cripto activa, una necesidad creciente de reducir costos operativos y una apertura progresiva hacia medios de pago digitales. Por otro, persisten limitaciones normativas, volatilidad económica y falta de infraestructura tecnológica en muchas estaciones del país.
No obstante, coincidieron en que es cuestión de tiempo. “La adopción de criptomonedas en Estaciones de Servicio argentinas podría no sólo modernizar la experiencia del usuario, sino también contribuir a una operatoria más eficiente y segura en una industria golpeada por la inflación, la caída del consumo y los cambios de política económica”, concluyeron.
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