Contratos: cada vez más costos
El especialista en derecho energético y asesor de bocas de expendio, Alejandro Tobalo, analizó en una entrevista para surtidores.com.ar el contexto de mercado del sector, particularmente las condiciones de comercialización entre expendedores minoristas y sus proveedores de bandera.
La gran competencia por la que transita el sector de los combustibles motiva a analizar que las grandes compañías en su afán por captar más clientes, sumarán en lo inmediato nuevas bocas de expendio para lo cual deberán flexibilizar algunas condiciones comerciales. Sin embargo, el Dr. Alejandro Tobalo, especialista en derecho energético, descree de cláusulas favorables al operador.
¿Se están produciendo flexibilizaciones en los nuevos contratos?
Como los contratos de aprovisionamiento de combustibles bajo denominación de marca son contratos predispuestos por los refinadores, hasta tanto el mercado vuelva a operar bajo reglas de libre competencia (lo que supone limitar el actual grado de concentración e integración vertical), no veremos cláusulas favorables al operador. Por el contrario, hay una creciente tendencia a trasladarle costos que en otros mercados asumen en todo o en parte los refinadores (publicidad, impuestos, instalaciones, costo financiero, daño ambiental, etc.)
¿Pero hay competencia entre las marcas por conseguir las mejores estaciones?
Se advierte algún interés por parte de las Compañías en abastecer nuevas bocas, dependiendo de la ubicación de las mismas y/o la asignación de carteles a bocas que los habían perdido, y en estos casos, por ahora limitados, ciertamente las empresas empiezan a ofrecer algunos incentivos (imagen comercial u otros beneficios), aunque la situación dista de lo que ocurría en el pasado, en que las compañías competían por los puntos de venta y asumían costos que hoy delegan en el operador.
¿Podría motivar inversiones de nuevas estaciones?
Este proceso es moroso en el contexto de un mercado altamente concentrado (pocas compañías participan en el segmento downstream y solo una de ellas capta más del 55 por ciento sobre el total de las ventas, operando por lo demás por vía de consignación en casi toda su red abanderada). Dada esta estructura de mercado, donde las bocas propias de las compañías, o pertenecientes a sociedades controladas por las mismas, retienen para sí los mayores volúmenes de ventas, en un negocio de alta incidencia de los costos fijos, el progreso de un proceso de inversión y apertura de nuevas bocas seguirá demorado, no obstante el sinceramiento de precios, que al menos puso freno al generalizado retiro de carteles que hemos visto hasta el año 2012.
¿No hay avances en este sentido?
El mercado está mejor que hace cinco años, pero dista de operar competitivo. Las bocas que cerraron durante la pasada década no se han recuperado, la oferta está concentrada, y el negocio minorista ofrece la mejor rentabilidad solo a quienes están integrados verticalmente.
¿Qué aspectos deberían cambiar en los contratos de abastecimiento para mejorar la situación de las estaciones?
En cuanto al aprovisionamiento, los hechos han demostrado que la intervención en el sistema de precios, en nuestro medio, por la vía de una compañía que operó fijando precios por debajo de su nivel de equilibrio de mercado, aun bajo el imperio del Decreto 1212/89, provocó un generalizado desabastecimiento, y esta fue una de las principales causas del cierre de miles de bocas de expendio. El solo sinceramiento de precios hizo cesar dicha situación de desabastecimiento y por directa consecuencia distendió las relaciones de las refinadoras con sus operadores, pero lamentablemente, este proceso dejó fuera del negocio a miles de bocas de expendio y provocó un pasivo ambiental del que todavía no sabemos quién se hará cargo.
¿Cómo evalúa el estado actual del sector de las estaciones?
Para graficar cómo estamos, puedo dar un dato ilustrativo. La Cámara de estaciones de Paraguay nos informa que dispone de unas 2000 bocas de expendio (sobre una población aproximada de 6.800.000 habitantes), mientras que en nuestro país las bocas de expendio de líquidos activas apenas superan las 4200 sobre una población de 45.000.000 de habitantes. La comparación da una relación cercana a tres a uno a favor de Paraguay en concentración de bocas de expendio. Otro dato, a mediados de la década del 90 en la Argentina operaban más de 6000 bocas de expendio, lógicamente el parque automotor era considerablemente más reducido que al presente. Si este esquema de mercado concentrado cambia, será por la vía del fortalecimiento de la libre competencia.
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