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Diputados de Argentina, Brasil, Colombia, Paraguay, Perú y Uruguay dieron un paso histórico hacia la consolidación de una iniciativa que favorecerá al comercio de combustibles.
El acceso seguro y continuo al gasoil es un tema sensible para el agro sudamericano. La mayor parte de la maquinaria agrícola y el transporte de la producción dependen de este insumo estratégico.
En ese aspecto, un reciente encuentro en la Cámara de Diputados dejó en claro que cualquier política que proteja y fomente la actividad agroindustrial también debe contemplar la necesidad de garantizar el abastecimiento en Estaciones de Servicio rurales, fundamentales para sostener el trabajo en el interior profundo.
“Afecta directamente los costos logísticos de la producción, la rentabilidad de los pequeños y medianos productores y la supervivencia de miles de estacionero que abastecen al campo”, dijeron a surtidores.com.ar los organizadores del evento, que fue encabezado por el titular de la Cámara Baja, Martín Menem.
Los asistentes recalcaron que un corte en el suministro o una política de precios desacoplada de la realidad productiva podría generar efectos en cadena: caída de cosechas, pérdida de exportaciones, menos divisas, y retracción del empleo rural.
Por eso, los parlamentarios sudamericanos no solo destacaron la necesidad de blindar el acceso a mercados internacionales, sino también reforzar los cimientos internos del agro, entre ellos, un esquema de abastecimiento energético previsible, competitivo y ambientalmente responsable.
En ese sentido, los disertantes explicaron que la construcción de una agenda parlamentaria común promete reforzar la disponibilidad de gasoil y biocombustibles en las economías regionales en donde las estaciones de servicio reafirman ser un eslabón clave en el nuevo escenario.
Las autoridades confirmaron a este medio que el acuerdo, basado en los principios de la “Carta de Buenos Aires“, no solo busca defender la sostenibilidad y la innovación en el sector agropecuario, sino también fortalecer las bases logísticas que permiten su desarrollo, entre ellas, la disponibilidad de combustibles esenciales como el gasoil y los biocombustibles.
En ese sentido, Menem fue categórico: “El agro sostiene el bienestar de millones de personas“. Pero para que el campo pueda seguir produciendo y exportando, necesita de un entramado de servicios, entre ellos la red de estaciones rurales, que no solo despachan combustible, sino que también dinamizan la economía local, generan empleo y actúan como puntos estratégicos de aprovisionamiento.
En simultáneo, el compromiso parlamentario sudamericano de promover tecnologías e innovación pone en agenda la expansión de los biocombustibles como alternativa sostenible. Esta apuesta no solo responde al cuidado del medio ambiente, sino que también ofrece una respuesta estratégica a la presión regulatoria europea, como la Reglamentación 1115/2023, que exige trazabilidad libre de deforestación.
Los expositores dieron a entender que para ello, las Estaciones de Servicio rurales deberán adaptarse a una oferta diversificada de combustibles, combinando gasoil tradicional, mezclas con biodiesel y eventualmente otros derivados renovables.
“Queremos conservar el medio ambiente, no precarizarlo“, expresó desde Brasil la senadora Tereza Cristina, sintetizando el espíritu de la cumbre. El desafío ahora será traducir esta voluntad política en acciones concretas que favorezcan la producción sustentable sin estrangular la competitividad.
La referente finalmente observó que la disponibilidad de gasoil y biocombustibles no es un asunto menor para las economías pequeñas y medianas y concluyó en que el campo sudamericano necesita más combustible para crecer, pero también más biocombustibles para conservar.
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