Luego de conocerse el comunicado difundido por el Ministerio de Energía explicando cual es la posición del Gobierno respecto al Gas Natural Comprimido, Luis María Navas, asesor de la Asociación Estaciones de Servicio (AES) y experto en derecho energético, refutó los dichos del funcionario.

Navas puntualizó en cada párrafo los argumentos, que según su parecer, impugnan los dichos de Aranguren:

“El Ministerio de Energía y Minería de la Nación reconoce el importante desarrollo del Gas Natural Comprimido en Argentina. Nuestro país es uno de los líderes mundiales en el sector y ha sido exportador de tecnología y modelo de desarrollo”.

Es correcto, pero lo que no dice es que el desarrollo del GNC fue desde 1983, Gobierno de Raúl Alfonsín, hasta el 10 de diciembre de 2015, cuando terminó el Gobierno de Cristina Kirchner. Desde que el  Ministro tomó  su primera medida contra el GNC a través de la Resolución MINEM 34 del 1º de mayo  de 2016 las conversiones vehiculares a GNC están en caída libre. Además el Ministro llevó el precio en surtidor desde los $ 4 a los $ 10  por metro cúbico eliminado la relación histórica GNC vs nafta súper del 33 por ciento al 50 actual.  Hoy en números promedios da $ 10 para el GNC y $ 20 para la nafta súper. Por esta razón paralizó las conversiones y las llevó al mínimo histórico.

“La situación actual del mercado de gas natural es muy diferente a la que existía al inicio del uso del GNC como combustible automotor. En aquel momento el gas natural era abundante, barato y se exportaba. Hoy es escaso, caro y se importa (hasta el 30 por ciento de la demanda en los días de invierno). Situación que nos proponemos revertir, especialmente con el desarrollo de la explotación no convencional en la cuenca neuquina y otras”.

No es correcto. Es evidente que el mundo cambió en 34 años y también los yacimientos de gas natural. Hoy el gas natural vuelve a tener un futuro extraordinario por las reservas comprobadas de Vaca Muerta como lo fue en su momento Loma de la Lata. Estamos en la misma situación y mucho mejor aún porque ahora existen dos plantas regasificadoras que se utilizan, como también la importación desde Chile y la constante desde Bolivia. El GNC solo consume el 7 por ciento de enero a enero. No tiene contra estacionalidad como el servicio a los hogares. Por consiguiente el gas natural para GNC representa, a través de las estaciones de carga, el mejor cliente para los productores porque tiene previsibilidad y el consumo es constante. Si se elimina ahora al GNC, cuando esté a pleno Vaca Muerta en el mediano plazo, ¿tendremos que empezar desde cero?

“La política del gobierno nacional es reducir gradualmente los subsidios a toda la oferta para permitir que los distintos sectores compitan libremente y manteniendo la protección a los más vulnerables a partir de la implementación de la Tarifa Social Federal. El menor precio relativo del GNC es, en parte, pagado por todos los argentinos, inclusive por aquellos que no lo consumen ni utilizan sus servicios asociados”.

No es correcto. El  esquema actual de precios que tiene el GNC parte de precios en dólares y que se incrementan cada seis meses: en Abril y en Octubre. Así solo Dios sabe cuál será el precio de aquí a seis meses porque está dolarizado. En  abril 2017 el GNC aumento fuertemente y la nafta súper bajó. Los aumentos en dólares que el Ministro tiene previsto para el GNC aumentan en dólares y obviamente por el aumento del tipo de cambio que ya hoy está totalmente retrasado. ¿Quién se anima a decir cuánto valdrá el GNC en OCT-2019? Nadie. Sin embargo el Ministro lo definió en dólares. Es para recordarle quien carga GNC cobra en pesos y también que la mayoría de los consumidores del GNC son taxistas, remiseros, empleados, fleteros, viajantes de comercio. El GNC no es utilizado por las 4 x 4 como sostuvo erróneamente el Ministro. A continuación está el detalle de cómo piensa aumentarlo, tomando los aumentos desde OCT 2016:

US$ 4,08 / MMBTU a partir del 1 de octubre de 2016;

US$ 4,44 / MMBTU a partir del 1 de abril de 2017;

US$ 4,84 / MMBTU a partir del 1 de octubre de 2017;

US$ 5,27 / MMBTU a partir del 1 de abril de 2018;

US$ 5,74 / MMBTU a partir del 1 de octubre de 2018;

US$ 6,25 / MMBTU a partir del 1 de abril de 2019,

US$ 6,80 / MMBTU el 1 de octubre de 2019.

“El ministro Ing. Juan J. Aranguren nunca expresó ni cree que el GNC tiene que valer lo mismo que la nafta súper. Si dijo, que el precio de los combustibles sustitutos deben tener en cuenta el costo diferencial del producción (determinado a su vez por el precio diferencial de los insumos que lo constituyen), el costo diferencial de elaboración y transporte, el diferencial de consumo específico de los mismos determinado por su poder calorífico, el mayor o menor impacto ambiental que su combustión genera y por último, el nivel de carga impositiva que los distintos combustibles sobrellevan”.

No es correcto. Los funcionarios del Ministro, caso Ing. Gerardo Rabinovich del Instituto de la Energía General Mosconi y su fundador y actual Asesor del Ministro Ing. Jorge Lapeña declararon públicamente y nunca fueron desmentidos que el precio del GNC deber ser igual al de las naftas. Lapeña lo hizo en mayo de 2016 y Rabinovich en noviembre del mismo año.

El GNC no es ningún combustible sustituto. ¿De dónde saca el Ministro Aranguren tamaña definición? El GNC es un combustible autónomo que tuvo su crecimiento en forma continua hasta la gestión actual donde empezó a retroceder. Le recordamos al Ministro que el gas natural para GNC se transporta por gasoductos y llega a los centros de consumo desde donde se distribuye a todas las estaciones de carga de GNC, mientras que la nafta después de refinarla se transporta en camiones. No tiene ningún sentido analizar qué transporte es más eficiente y más económico. Por lo tanto plantear el costo diferencial de elaboración y transporte, el diferencial de consumo específico de los mismos determinado por su poder calorífico, como sostiene el Ministro, es ocioso por no decir cínico. Por otra parte está comprobado científicamente que el GNC, a pesar de ser un hidrocarburo, contamina muchísimo menos que las naftas y el gasoil. En Europa así lo entendieron y funcionan colectivos a GNC en las principales ciudades europeas.

El  nivel de carga impositiva que el Ministro aplicó al GNC en mayo de 2017 fue de manera premeditada en su contra. Asi lo admitió en la reunión que mantuvimos con él. Ahora alguien lo hizo retroceder y volvió al esquema anterior. Sin embargo el daño que le causó a toda la industria es ya millonario. ¿Quién pagará ese daño? ¿Y los puestos de trabajo que destruyó? 

“Entendemos que el sector del GNC atraviesa una situación de transición como el resto de los sectores vinculados a la energía, que en la última década estuvo fuertemente subsidiada en nuestro país”.

No es correcto. El sector atraviesa un grave problema que surgió de la política implementada por el Ministro Aranguren, tal como sucedió cuando el Ministro Cavallo subsidió al gasoil y así eliminó el transporte pesado a GNC para siempre en nuestro país. Cavalllo lo dañó de por vida. El daño que le hace el actual ministro de Energía ya se puede contabilizar. Estaciones de carga de GNC que cierran, inversiones que desaparecen, puestos de trabajos capacitados que se destruyen y caída libre en las conversiones vehiculares.

“No obstante, tenemos confianza en que el GNC encontrará su participación de equilibrio en la oferta energética local y generaremos las condiciones para el desarrollo sostenible del sector vinculado al GNC en nuestro país”.

Si en verdad el Ministro quiere lo que expresa tiene que cambiar su política hacia el GNC y dejar de atacarlo. También, debe rectificarse en los tres conceptos erróneos y falsos que expresó ante la Cámara de Diputados de la Nación el año pasado:

1) El GNC nació de un subsidio

2) El GNC hizo bypass con los impuestos (baipaseó según dijo textualmente)

3) Las estaciones de GNC en diferentes lugares se cartelizaron.

Desde AES siempre nos encontrará dispuestos al diálogo y a la colaboración para lograr que, en el Gobierno de Presidente Macri, el GNC también se desarrolle y por el contrario no tenga su certificado de defunción.