Millonarias inversiones
La exsecretaria de Energía Flavia Royón y el director de la consultora Paspartú, Juan José Carbajales, coincidieron en que la expansión del reservorio permitirá a los empresarios del sector operar con mayor previsibilidad.
El crecimiento exponencial de la producción en Vaca Muerta promete un cambio significativo para el mercado energético argentino. Tras un 2024 donde la cuenca neuquina superó las expectativas de producción de gas y petróleo, el sector proyecta inversiones récord que superarán los 9.000 millones de dólares en 2025, según lo afirmó Gustavo Medele, ministro de Energía y Recursos Naturales de la Provincia del Neuquén.
Sin embargo, ¿cómo se verá afectado el negocio de las Estaciones de Servicio ante este escenario? Juan José Carbajales, exsubsecretario de Hidrocarburos y actual director de la consultora Paspartú, explica: “Se va a producir más, pero el destino de esa producción excedente es de exportación”.
En diálogo con surtidores.com.ar, el experto describe que el 70 por ciento del crudo producido en Argentina abastece al mercado interno mediante las refinerías y el 30 por ciento restante se destina a exportaciones, de manera que toda la nueva producción que surja de Vaca Muerta en los próximos años tendrá un enfoque “claramente orientado al mercado externo”.
Esto, según aclara, se debe a que las refinerías nacionales ya se encuentran “plenamente abastecidas”, salvo en casos puntuales como paradas técnicas o picos de demanda estacional.
¿QUÉ OCURRIRÁ CON LOS PRECIOS?
El precio de los combustibles en Argentina seguirá alineado con las paridades internacionales, en un cambio de paradigma iniciado por el nuevo Gobierno en 2024.
“La propia YPF ha adoptado un enfoque de precios globalizados, dejando atrás el rol de estabilizador del mercado interno”, afirma Carbajales y señala que este cambio implica que factores externos, como el valor del crudo internacional, el tipo de cambio y la actualización del Impuesto a los Combustibles Líquidos y al Dióxido de Carbono, serán determinantes en el costo final de las naftas y el gasoil.
Estas dinámicas globalizadas podrían estabilizar el margen operativo de las Estaciones de Servicio, pero también exigirán una atención constante a las señales del mercado internacional.
Coincidiendo con el analista, Flavia Royon, exsecretaria de Energía de la Nación, destaca, en declaraciones a surtidores.com.ar, que “los precios y márgenes del sector podrían encontrar un respiro significativo el próximo año”.
La exfuncionaria agrega que esto permitirá a los empresarios del sector operar con mayor previsibilidad, impactando positivamente en la sustentabilidad de los puntos de venta de combustible.
Por su parte, Carbajales asegura que “la paridad de precios permitirá a los comercializadores trasladar plenamente sus costos de operación y mantenimiento”, lo que garantizaría un margen operativo más saludable.
Además, el equilibrio en los precios ya resolvió problemas históricos, como el traspaso de la red mayorista a la minorista y los cuellos de botella en zonas fronterizas debido a diferencias con países vecinos.
Para el próximo año, el analista identifica cuatro variables clave para los estacioneros: el precio internacional del crudo, la actualización de impuestos, los ajustes definidos por la Secretaría de Energía y el comportamiento del tipo de cambio.
La producción de Vaca Muerta, destinada principalmente a la exportación, estará sujeta a las fluctuaciones del precio del crudo en el mercado global. “Un aumento en el precio internacional del barril podría traducirse en un encarecimiento directo de los combustibles locales, ya que las petroleras como YPF ajustarán sus valores a esas paridades”, explica.
El ICL, que grava las naftas y el gasoil, es otro elemento central para el próximo año. Carbajales indica que cualquier actualización de este impuesto tendrá un impacto inmediato en los precios finales, especialmente si se aplican ajustes automáticos vinculados a la inflación. “El traslado de estos costos al consumidor final será inevitable, pero al mismo tiempo podría limitar el consumo si los incrementos son significativos”, añade.
Las políticas regulatorias serán un tercer eje a observar. En este sentido, destaca que la Secretaría de Energía podría intervenir mediante la fijación de precios máximos, subsidios o cambios en los cupos de exportación. Estas decisiones impactarían tanto en los márgenes operativos de las Estaciones de Servicio como en la disponibilidad de combustibles. “Las señales regulatorias serán críticas para garantizar previsibilidad en el sector, especialmente en un año con posibles cambios políticos”, precisa Carbajales.
Finalmente, el valor del dólar será determinante para la competitividad del mercado local. Carbajales recuerda que el precio de los combustibles en Argentina está influenciado por el tipo de cambio, tanto por los costos de importación como por los ingresos generados por exportaciones. “Un salto cambiario no solo podría encarecer los combustibles, sino también reducir los márgenes de rentabilidad de los puntos de venta, que verían aumentados sus costos operativos”, define.
Estas señales determinarán no sólo la rentabilidad del sector, sino también las estrategias a adoptar para enfrentar el desafiante contexto económico. La clave estará en monitorearlas de cerca y ajustar rápidamente los modelos de negocio para garantizar la sostenibilidad
Acivar/desactivar voz
Leer página