Activar/Desactivar Leer Página
En medio de los incrementos en la factura de luz, surgen dos caminos que empiezan a perfilarse como estratégicos: la contratación individual en un mercado más abierto y la incorporación de sistemas solares fotovoltaicos.
Con el alza de las tarifas eléctricas golpeando de lleno en la rentabilidad de las Estaciones de Servicio, dos alternativas empiezan a perfilarse como soluciones de futuro: la contratación individual de energía en un mercado abierto y la instalación de sistemas solares fotovoltaicos para autoabastecerse.
El costo de la electricidad, que hasta hace unos años era un componente más dentro de la estructura operativa, hoy se transformó en uno de los factores más incidentes en los márgenes de las Estaciones de Servicio. A los incrementos tarifarios se suma la incertidumbre regulatoria, lo que obliga al sector a repensar cómo abastecerse de energía y qué herramientas utilizar para reducir consumos y garantizar competitividad.

En diálogo con surtidores.com.ar, Paulo Farina, exsubsecretario de Energía Eléctrica de la Ciudad de Buenos Aires, remarcó que el nuevo esquema regulatorio del Gobierno marca un cambio de paradigma. “Ahora que se fijó una hoja de ruta hacia la vuelta a un mercado eléctrico libre, donde los agentes van a contratar su propia energía, las estaciones deberán analizar cuál será el futuro del precio. Todo indica que, en el largo plazo, la electricidad se ubicará entre 50 y 70 dólares el megavatio hora, con valores más bajos en verano gracias al gas de Vaca Muerta”, explicó.
Para Farina, quien además se desempeñó como presidente de CAMMESA, el impacto de la electricidad se siente con fuerza en los márgenes comerciales. “Ya hoy está afectando la rentabilidad. La posibilidad de contratar energía individualmente puede abrir una ventaja competitiva, siempre que se logre optimizar costos frente al esquema actual de compra centralizada”, agregó.
En paralelo, el sector comienza a adoptar soluciones renovables para mitigar los efectos de las tarifas. Hernán Astesiano, socio gerente de Fixit Group y asesor en eficiencia energética, sostuvo que “la eficiencia y las renovables son dos herramientas imprescindibles para reducir costos”. En este sentido, recordó la guía de eficiencia energética desarrollada junto a AOYPF y destacó que el modelo de estación solar ya es una realidad.

“Hoy una instalación fotovoltaica estándar de 25 kilowatt pico cuesta alrededor de 850 dólares por kilowatt. Con este esquema se puede reducir entre un 30 por ciento y 40 por ciento el costo eléctrico y cubrir hasta la mitad del consumo de una estación. Además, como usuarios generadores, se puede inyectar el excedente de energía a la red”, detalló Astesiano.
El especialista subrayó que la combinación entre bajar consumos, optimizar la forma de contratación y apostar por generación propia marca el horizonte inmediato. “Se trata de convertir un costo creciente en una oportunidad de eficiencia y sustentabilidad, con herramientas que ya están disponibles en el mercado”, apuntó.
Así, el futuro energético de las Estaciones de Servicio comienza a delinearse en dos direcciones claras: elegir de manera estratégica cómo comprar electricidad y aprovechar la tecnología solar para autoabastecerse y ganar competitividad. “En un escenario de tarifas en alza, estos caminos no solo aparecen como alternativas, sino como la llave para sostener márgenes y asegurar la rentabilidad del negocio”, coincidieron ambos entrevistados.
DEJANOS TU COMENTARIO!