Como ya lo dice la ley que rige el comercio de hidrocarburos, el precio final que paga el consumidor es libre y se diferencia en este caso de las tarifas de servicios públicos, que  tiene el control del Estado.

Es por ello, que entre los dirigentes del sector de Estaciones de Servicio, crece el malestar por la falta de acciones en referencia a otros costos fijos que afectan la rentabilidad final del dueño independiente del negocio.

“Si los bancos y el Gobierno siguen mirando para otro lado, no tendremos otra opción que aumentar el precio del combustible por cuenta nuestra, más allá de la decisión de las compañías”, dijo preocupado a surtidores.com.ar, el Presidente de la Federación Argentina de Expendedores de Nafta del Interior (FAENI), Alberto Boz.

Con estas palabras se refirió a la falta de acción concreta de las entidades financieras y de las autoridades nacionales y provinciales, referidas a lo que el sector considera como “temas claves a resolver para la sustentabilidad de la actividad”.

Entre ellos se destacan la negativa de las empresas de tarjetas de crédito de morigerar los plazos y los intereses de acreditación de las ventas, hecho que casi llevó a principios de este año a la situación límite de suspender el pago con plástico en las expendedoras independientes.

“El dinero tiene un precio y en momentos de alza del dólar y con una tasa de interés que pasó del 19 al 40 por ciento, no tenemos previsibilidad de lo que vale el producto que vendemos si nos siguen acreditando los valores a los 28 días de realizada la operación”, aseguró Boz.

Agregó el empresario santafesino que “a los costos financieros que debemos afrontar, se suma la arremetida de los bancos que empezaron a cobrar el 1 por ciento sobre los depósitos de dinero en efectivo, lo que nos genera un 2 de quita sobre el total, además del 5 por ciento de impuestos que debemos pagar al fisco”.

Cabe destacar que desde hace meses, los representantes de las Cámaras empresarias vienen reuniéndose y explicándoles a las autoridades sobre la imposibilidad de asumir los costos que continuamente se acrecientan, por lo cual, Boz dejó en claro la posibilidad de que de forma unilateral, los estacioneros actualicen los precios para sostener su actividad, a pesar de lo que decidan las petroleras.