Tras la confirmación de la secretaria de Energía Flavia Royón, que esta vez se actualizarían finalmente los impuestos a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono, las petroleras dispusieron un aumento de precios desde las o horas del día sábado.

La suba fue del 6 por ciento en todo el país. Según explicaron desde una de las compañías, la medida  se origina por el ajuste de los gravámenes, pero también de los precios de los biocombustibles y la variación del tipo de cambio oficial, que afecta el valor de las materias primas que se utilizan para la producción de combustibles.

El último aumento de combustibles que se implementó a nivel nacional fue en agosto, del 7.5 por ciento, en las naftas y el gasoil. Hasta antes de este cambio de pizarras, el precio por litro de la nafta súper en YPF había escalado 45,5 por ciento en lo que va del año, frente a una inflación acumulada (hasta agosto) de 56,4 por ciento.