El Presidente de la ADDUC, Osvaldo Bassano, informó que la dolarización de los combustibles, provoca un espiral de inflación que finalmente afecta al negocio de los expendedores como generadores de empleo.

“Con los aumentos de gasoil, se vienen nuevos valores para las tarifas de luz y gas, con lo que los costos de los consumidores se van a las nubes y hay mucha gente en estado real de necesidad porque sus ingresos no le alcanzan para los consumos básicos”, advirtió.

De esta manera, de acuerdo al entrevistado, el poder adquisitivo del ciudadano medio automáticamente se deprime y a la vez que el dinero vale menos, la nafta sale más cara y por ende, la consecuencia directa se traduce en menos compra de combustible en los surtidores.

“Menos dinero para afrontar los gastos más importantes de la economía familia y menos poder de compra de nafta, en conclusión, menos asistencia de clientes a las Estaciones de Servicio, con menos trabajo para los empresarios y empleados de las pymes del sector”, afirmó Bassano.

En ese mismo camino el Presidente de la Asociación Consumidores Libres, Héctor Polino, recordó lo dicho en cada aumento de precios de los hidrocarburos y expresó que resulta “impagable” el costo de las tarifas que atacan a los sectores ligados a la producción y al trabajo, como las Estaciones de Servicio que se preparan para un incremento de las facturas de hasta un 1000 por ciento, con lo cual, muchas deberán enfrentar un futuro incierto en el cálculo final del negocio.

Finalmente sostuvo que los aumentos de los precios en el surtidor, no solamente no le sirven al estacionero para mantener la rentabilidad, sino que tampoco favorece al automovilista ni a quienes viven del transporte y logística, porque provocan un “efecto dominó”, perjudicial para todos.