Actualmente la realidad de la industria pyme del biodiesel (abocadas al mercado interno) es crítica porque, sostienen, que luego de una serie de incumplimientos desde principios de año, finalmente el precio que se definió para el mes de abril, de 28.734 pesos la tonelada, no es suficiente para operar.

Un caso paradigmático es el de la firma Viluco, que por esta razón prevé el despido de 117 de sus 200 empleados. Y existen otras empresas en situaciones similares.

Según confió un alto directivo de la Cámara Argentina de Empresas Regionales Elaboradoras de Biocombustible (CEPREB) a Surtidores.com.ar, el lunes de la semana pasada la entidad mantuvo una reunieron con funcionarios de la Secretaría de Energía de la Nación pero no hubo respuestas favorables. Ante la negativa, el jueves, los empresarios acudieron a la justicia.

“Toda la industria pyme, de manera individual, presentamos un amparo pidiendo que se vuelva a la fórmula anterior, porque el cambio que se dio no tiene fundamento ni sustento técnico”, critica el directivo, que prefirió mantener su identidad en reserva.

A pesar de que la industria está pidiendo un aumento del 10 por ciento para el corriente mes de mayo (2.900 pesos más por tonelada de biodiesel), según el empresario ligado a la CEPREB sería posible lograr una baja en el precio del gasoil en surtidor si se aumentara el corte de biocombustible, actualmente fijado en 10 por ciento.

“Es verdad que si el biodiesel aumenta, subirá también el gasoil. Pero si el corte fuera mayor, el precio en surtidor tendría que bajar no sólo por el costo del combustible sino porque el biocombustible no paga impuestos”, compara la fuente.

Y argumenta: “La realidad es que lo que ha sucedido en este país demuestra que no hay una relación directa entre el precio del biocombustible y el del surtidor, porque muchas veces el biodiesel ha bajado y el precio al público no disminuyó”.

RESPUESTA EN 30 DÍAS

Desde la CEPREB manifiestan que están expectantes en que la justicia resuelva su pedido de amparo de manera favorable en un plazo de 30 días teniendo en cuenta la situación en la que se encuentra la industria.

“Necesitamos cubrir nuestro desfasaje cambiario. Más del 90 por ciento de nuestros costos están dolarizados, siendo que el aceite de soja representa el 85 por ciento el ellos”, explica el directivo de la entidad.