El hecho ocurrió en la localidad turca de Sakarya Sapanca. El empleado de la estación de servicio comenzó a llenar el tanque pero el conductor del vehículo de manera negligente apretó el acelerador sin reparar que el proceso estaba en marcha.

Al arrancar el auto se llevó consigo la manguera del surtidor y con ella al operario que quedó enredado en ella. La reacción fue tan violenta que lo revoleó por el aire causándole un grave traumatismo tal se refleja en la filmación captada por las cámaras de seguridad instaladas en la estación.

El accidente podría haber traído graves consecuencias de no estar instalada la válvula Break Away que evitó el derrame del combustible. Este mecanismo está diseñado para colocar en la manguera de los surtidores, que al separarse por un tirón bloquea la salida de hidrocarburo automáticamente protegiendo el surtidor.

De acuerdo a las leyes de nuestro país, la provisión de combustible debe realizarse con el circuito de ignición del vehículo interrumpido, debiendo además detener el funcionamiento del calefactor o cualquier otro elemento eléctrico, evitando de esta forma una incidencia como la ocurrida en Turquía.

Asimismo, y una vez terminado el suministro de combustible, se repondrá la tapa del tanque y se colgará la manguera en su lugar, cuidando no quede enganchada en algún saliente del vehículo. Recién entonces se estará en condiciones de poner en marcha el motor. En este sentido, queda terminantemente prohibido el manejo de los surtidores por parte de personal ajeno a la dotación perteneciente a la estación de servicio, siendo responsable el expendedor del cumplimiento de esta disposición.

Finalmente, en los automotores que posean boca de carga a tanque en la cabina del conductor o de pasajeros, antes de proceder al suministro de combustible y en previsión de cualquier emergencia, deberá hacerse descender a sus ocupantes.