Los economistas coinciden en cualquier momento y lugar que el valor de los combustibles incide directamente en la cadena de producción y comercialización de la canasta básica del consumo popular, como también destacan que los acuerdos de precios “nunca funcionaron en la historia argentina”.

En el caso particular del denominado “Plan Alivio” que anunciara la semana pasada el gobierno nacional y que comenzó a regir este lunes, según el analista de temas energéticos Antonio Rossi, quedó descuidado un detalle fundamental a la hora de fijar costos y precios finales en la economía “los combustibles”.

El entrevistado aseveró que el gobierno se contradice al intentar llevar a cabo un programa de control de precios que dure seis meses, mientras que por otro lado, aumenta los impuestos a los hidrocarburos cada 90 días y de manera bimestral el precio de los biocombustibles.

“Pese a que juegan un papel clave en la formación de casi todos los precios y servicios, los combustibles no fueron incluidos en el congelamiento”, expresó y agregó que las naftas y las distintas clases de gasoil seguirán ajustándose en forma mensual en función de las variaciones que registren el valor internacional del petróleo, la cotización del dólar, los biocombustibles y la actualización periódica de los impuestos internos.

Al ser consultado sobre si es necesario que el Estado se siente con los referentes de la industria petrolera para intentar un compromiso de estos en materia de precios sugeridos al surtidor, respondió que “sería lo lógico”.

Pero sin embargo sostuvo que el gobierno no podrá acordar nada con las petroleras si en primer lugar no deroga las normas que permiten la actualización pautada de los gravámenes a los combustibles.

Finalmente, en el mismo sentido, criticó que no se haya tenido en cuenta a los gobiernos provinciales y municipales que en muchos casos cobran tasas y tributos a los combustibles a nivel interno, de la misma manera que lo hacen en las facturas de servicios públicos.