“Este es el año más atípico de la historia”, califica el experimentado estacionero Carlos Gold, actual vicepresidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (CECHA).

En diálogo con surtidores.com.ar, el dirigente correntino argumenta su afirmación: “Seguimos pasando por todos los estados”.

Cuenta que en estos momentos, “la sensación que más nos invade es la de ansiedad”. “Entramos en un amesetamiento que hace que las ventas no superen el 75 por ciento”, explica en referencia de que desde junio a octubre las ventas continúan un 25 por ciento por debajo de febrero, último mes antes de la llegada de la pandemia a Argentina.

“Ahora sabemos que únicamente se podrá salir de esta situación una vez que la actividad se recupere y para ello necesitamos que el virus sea controlado, y para eso necesitamos la vacuna”, indica Gold.

Observa que ese “techo” en la recuperación -“que no se puede perforar”-, tiene que ver con las actividades que no se están incorporando en su totalidad al ritmo previo a la pandemia, como las actividades educativas (escuelas, universidades, terciarios), el transporte (comercio interjurisdiccional) y el traslado entre provincias.

“La pregunta es cuándo y en qué momento todas estas actividades van a volver al pie del surtidor”, expone el dirigente de CECHA, poniendo de manifiesto la ansiedad del sector.

Para Gold el verano podría ser un aliciente en cuanto a la recuperación de despachos de combustibles, por el turismo interno que podría llegar a desplegarse ante la falta de posibilidades de viajar al exterior. Aunque se muestra escéptico en pensar que se dispararán las ventas porque habrá gente que, por miedo al COVID, preferirá no vacacionar.

No obstante, el estacionero advierte que las dificultades podrían venir en marzo/abril, una vez que se retomen las actividades y se vuelva a ingresar a ese espiral de nueva normalidad, con bajas en ventas del 25 por ciento.

Y peor aún, Gold alerta que de haber un rebrote, similar al que hoy se está viendo en Europa y América del Norte, será más grave que al comienzo de la cuarentena. “Partiríamos de una base mucho más complicada que la del arranque de la pandemia”, alarma.