El Presidente de UENYA y tesorero de FEC, Juan Carlos Basílico, valoró positivamente la actitud tomada por las compañías proveedoras de combustibles hacia sus cadenas de comercialización, en especial hacia aquellos expendedores que quedaron al borde del desabastecimiento.

“El congelamiento de los precios por 90 días produjo que las petroleras limiten la cantidad de litros que les entregan a sus operadores y en casos puntuales, complicó la actividad de nuestros asociados que tienen restringida su posibilidad de satisfacer la demanda total de los clientes más fieles”, comentó el dirigente.

Basílico denunció durante el viernes y sábado pasado que había regresado la imposición de cupos a los estacioneros más frecuentes y se les cumplimentaba con los pedidos entre un 50 y un 70 por ciento del total demandado.

También advirtió que las petroleras hacían un cálculo histórico de los últimos meses de las ventas de cada operador para no entregar más de lo acostumbrado y si estos requieren más producto, se lo venderían a mayor costo desde el mayorista.

De esta manera, según explicó el titular de UENYA, “aquellos colegas que nos habían denunciado la situación que enfrentaban, se comunicaron a la sede de nuestra entidad para agradecer las gestiones, porque en su mayoría, fueron contactados por los gerentes de comercialización de sus respectivas banderas quienes se pusieron a disposición en pos de solucionarle la falta de producto”, dijo.

Sin embargo aún expresó su preocupación por lo que considera “el eslabón más débil de esta cadena de sucesos complicados”, al referirse a las Estaciones de Servicio Blancas a quienes “se les está tornando casi imposible conseguir todo tipo de producto para vender”.

Aclaró que este fenómeno les ocurre porque las petroleras tradicionales “los dejaron de lado por noventa días hasta que se levante el congelamiento ya que no tienen contratos fijos ni compromisos con estos estacioneros”.

En ese sentido, adelantó que “los asesores están haciendo un relevamiento de las bocas de expendio con este problema y paralelamente a ello, estableciendo diálogo con los vendedores mayoristas que puedan colaborar con las necesidades de los colegas sin bandera que están perdiendo toda la cartera de clientes”.