Las normativas de seguridad aplicables al suministro o expendio de combustibles no dicen nada al respecto. Es cierto, están desactualizadas -el Decreto 2407 data del año 1983-, sin embargo, la experiencia -propia o ajena- dictamina que hay prácticas indispensables para evitar accidentes en las estaciones de servicio.

Una de ellas es la de no utilizar elementos que impidan que cualquier chispa –por mínima que sea- pueda ocasionar una ignición en un entorno en el que la formación de atmósferas explosivas es bastante frecuente. El balde de plástico, por ejemplo, por la posibilidad latente que pueda producir una acumulación de electricidad estática.

En este sentido y a pesar de no estar explicitado legalmente, son cada vez más las petroleras que exigen la utilización de recipientes metálicos para purgar el camión antes de la descarga de combustibles. “Es una obligación de la estación de servicio”, señalan deslindando la responsabilidad del transportista o de la compañía.

Según explican, “el procedimiento adecuado es hacer contacto con la válvula de descarga de la cisterna a fin de eliminar la corriente estática”.

Otras situaciones riesgosas pueden producirse durante el suministro de combustibles, en especial por la fricción de las ropas de los automovilistas contra el tapizado de los asientos, al entrar o salir del vehículo. Para evitarlo, es recomendable que nadie entre o salga del rodado mientras se está realizando la carga.

Asimismo si la nafta se ha derramado o salpicado en el piso, inmediatamente se generan vapores altamente inflamables, que pueden encenderse por chispas producidas por la electricidad estática, equipos electrónicos (teléfonos móviles, controles remotos, mandos a distancia, etc.) o por la puesta en marcha del mismo vehículo.

Por precaución: Acostúmbrese a que el automovilista cierre la puerta del coche al salir o ingresar así se descargará de electricidad estática al tocar algo metálico. Luego de cerrar la puerta toque la parte metálica de la carrocería, antes de poner el pico en el tanque. De esta manera la electricidad estática del cuerpo se descargará en el metal y no en el surtidor.