Daniel Montamat, exsecretario de Energía de la Nación
El sector energético argentino proyecta un escenario de estabilidad a partir del año próximo, con la posibilidad de ligeras disminuciones dependiendo del mercado internacional.
El balance del primer año de gestión de Javier Milei en materia energética muestra un sector encaminado hacia la internacionalización y una dinámica más predecible en los valores en las Estaciones de Servicio. La moderación en las actualizaciones de las pizarras y la posibilidad de un amesetamiento o disminución futura generan expectativas positivas tanto para consumidores como para los empresarios.
Esta conclusión la compartió en diálogo con surtidores.com.ar, Daniel Montamat, exsecretario de Energía de la Nación. Sin embargo, el actual titular de la consultora Montamat y Asociados admitió que los desafíos persisten, ya que la necesidad de ajustar componentes impositivos y mantener un tipo de cambio estable serán claves para sostener este equilibrio en un contexto de alta volatilidad global.
Según el expresidente de YPF, el Gobierno ha logrado alinear los precios internos del petróleo y los combustibles con los valores de referencia internacional. “Este ajuste se enmarca en una estrategia de internacionalización del mercado, facilitada por un mecanismo automático de exportación e importación de crudo y derivados”, comentó.
Para el experto, el proceso comenzó con una fuerte devaluación del peso oficial a fines de 2023, que impulsó un alza significativa en los importes domésticos de naftas y gasoil. A pesar de ello, el asesor energético destacó que este incremento inicial se estabilizó a lo largo del año, manteniéndose por debajo de la inflación gracias a varios factores.
En primer lugar, aseveró que la caída en los valores del barril permitió ajustar el precio del crudo argentino, conocido como “barril criollo”, a las referencias globales. En ese mismo marco, agregó que aportó al actual contexto lo que llamó una “devaluación controlada”, con un tipo de cambio oficial que se actualiza un 2 por ciento mensual. “Los ajustes en los surtidores fueron predecibles y moderados”, dijo.
Además Montamat hizo hincapié en el retraso del componente impositivo, de lo cual ponderó que cuyo ajuste por inflación desfasado, actuó como un freno a mayores aumentos. Finalmente tomó el hecho de la estabilidad en los costos del etanol y biodiesel, usados en las mezclas obligatorias, como el último de los factores que también contribuyeron a contener las variaciones.
De cara al próximo año, el analista señaló que las variables clave serán la evolución del precio internacional del petróleo, la política cambiaria y la actualización de los impuestos rezagados. “Aunque no se esperan devaluaciones significativas, cualquier movimiento en el tipo de cambio o en los valores internacionales podría impactar en los surtidores”, concluyó.
Por ello adelantó que “en función de las perspectivas actuales, los precios de nafta y gasoil seguirán un sendero de mínimas variaciones. Incluso, si el mercado internacional acompaña, podrían registrarse bajas moderadas”.
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