Reforma laboral: cómo impactarían los “salarios dinámicos” en el empleo de las Estaciones de Servicio

El Gobierno busca que los convenios colectivos dejen de ser un piso y pasen a funcionar como un techo, atando los aumentos salariales al desempeño individual. En el sector de expendio de combustibles, especialistas advierten que, aunque aún faltan precisiones sobre su aplicación, la medida podría alterar el equilibrio laboral vigente.

La iniciativa impulsada por el Ejecutivo nacional introduce una figura que ya genera debate: los llamados “salarios dinámicos”. La propuesta apunta a vincular las mejoras salariales con el mérito y la productividad, desplazando la lógica de las paritarias generales como único instrumento de actualización. Según el secretario de Trabajo, Julio Cordero, el objetivo es “modernizar las relaciones laborales y otorgar mayor flexibilidad a las empresas”, en línea con los compromisos asumidos en el Pacto de Mayo.

El sector estacionero analiza con prudencia las reformas laborales anunciadas por el Gobierno

El ministro de Economía Luis Caputo, adelantó que presentará un paquete de medidas para simplificar impuestos y fomentar la contratación formal. Especialistas advierten que aún no hay proyectos concretos ni señales de alivio fiscal.

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De aprobarse, la medida podría representar un cambio profundo en el funcionamiento del mercado laboral argentino, al permitir que cada empresa negocie sus propias escalas con el sindicato interno. En el caso de las Estaciones de Servicio, esta descentralización despierta tanto expectativa como cautela.

Para los operadores, la posibilidad de adaptar los salarios a la productividad de cada unidad podría brindar alivio en contextos de caída de ventas o márgenes ajustados. Sin embargo, también crece la preocupación por la eventual pérdida de uniformidad en los sueldos y por la dificultad de establecer criterios objetivos que reflejen la productividad en tareas de atención al público, despacho de combustibles y seguridad operativa.

El exministro de Trabajo bonaerense Oscar Cuartango sostuvo en diálogo con Surtidores que la iniciativa “rompe con el principio protector del artículo 14 bis de la Constitución”, ya que “convierte los convenios colectivos en techos y no en pisos”. Para el jurista, esto significaría “una regresión en materia de derechos” y podría derivar en “un aumento de la conflictividad laboral, especialmente en sectores con alta exposición al público como las estaciones”.

Más prudente, el asesor legal de la Federación de Entidades de Combustibles, Fabián Alejandro Tobalo, consideró que “el espíritu de la propuesta podría apuntar a una mayor adaptabilidad del contrato de trabajo a la estacionalidad del sector y a las distintas realidades regionales”. No obstante, advirtió que el éxito del modelo dependerá de “cómo se instrumente y de si se preserva la autonomía colectiva en las negociaciones”.

En la misma línea, el abogado Francisco Turzi, especialista en derecho laboral aplicado a Estaciones de Servicio, opinó que el Gobierno intenta “cambiar la matriz del derecho del trabajo sin modificar la Constitución”. A su entender, “pretender que los convenios pasen de ser pisos a techos es invertir el principio protector del sistema”. Aun así, reconoció que “vincular parte del salario a la productividad no es inviable, siempre que se negocie dentro de parámetros claros y con respeto a los mínimos legales”.

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Mientras el Gobierno mantiene el tope inflacionario y no habilita nuevos incrementos, los estacioneros aplican ajustes por cuenta propia para sostener la paz laboral.

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En el ámbito estacionero, la propuesta genera posiciones encontradas. Algunos empresarios la ven como una oportunidad para reconocer el esfuerzo individual, sobre todo en turnos nocturnos o zonas de baja facturación, mientras que otros temen que la aplicación discrecional de estos “salarios dinámicos” provoque conflictos internos o desincentive la cooperación entre los equipos.

A nivel operativo, la reforma podría habilitar nuevas formas de compensación: bonos por cumplimiento de objetivos, escalas diferenciadas por turno o desempeño, y actualizaciones ligadas a resultados de ventas o auditorías de calidad. Pero los especialistas advirtieron que, sin reglas de transparencia y control sindical, estos mecanismos podrían convertirse en fuente de inequidad o en excusa para reducir costos laborales.

El debate sobre los “salarios dinámicos” pone sobre la mesa una tensión histórica: cómo lograr mayor eficiencia en la gestión del trabajo sin resignar los principios básicos de estabilidad y protección que caracterizan al empleo registrado. “Para las Estaciones de Servicio, el desafío será encontrar ese punto de equilibrio que permita adaptarse a los nuevos tiempos sin poner en riesgo la cohesión y profesionalización de su personal”, coincidieron los letrados consultados.