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El presidente de FECRA analizó el presente de las Estaciones de Servicio en un año electoral marcado por la inestabilidad económica y los cambios tecnológicos. Pidió una reforma fiscal integral, mantener el diálogo con petroleras y sindicatos, y destacó el potencial del GNC como alternativa energética para reactivar la rentabilidad del sector.
El presidente de la Federación de Empresarios de Combustibles de la República Argentina, Hernán Landgrebe, trazó un panorama realista sobre la situación que atraviesan las Estaciones de Servicio. En diálogo con Surtidores, advirtió que 2025 viene siendo un año de grandes desafíos para el sector, en el que la rentabilidad continúa en niveles preocupantes mientras crecen las exigencias de inversión y adaptación tecnológica.
“Es un panorama complejo, como fue en general este año electoral que estamos atravesando”, sostuvo Landgrebe. Explicó que las ventas se estabilizaron, aunque el sector arrancó el año con precios muy atrasados respecto de la inflación y de los factores que inciden directamente en la determinación del valor de los combustibles, como el petróleo crudo, los biocombustibles, los impuestos y el tipo de cambio. Esa combinación, advirtió, “impacta directamente en la baja rentabilidad del negocio”.

Entre los principales desafíos, el dirigente señaló la necesidad de recuperar las altas inversiones que los estacioneros deben realizar para mantener un negocio competitivo, seguro y atractivo para los consumidores. “Los cambios en la movilidad —vehículos diésel con nuevos estándares, híbridos, de transporte a GNC y una incipiente incorporación de eléctricos— exigen, nuevamente, fuertes inversiones”, detalló. A ello se suma la transformación constante del formato de las Tiendas, que pasaron de ser minimercados tradicionales a espacios gastronómicos y cafeterías de especialidad. “La adaptación y la inversión son claves para seguir en el mercado”, resumió.
Landgrebe también se refirió al avance de la automatización y la digitalización. Consideró que los procesos de modernización “son inexorables y muchas veces imprevistos”, y citó como ejemplo el impacto de los pagos digitales, que hoy representan cerca del 80 por ciento de las operaciones. “Impensado hace un tiempo, todo se hace vía celular”, señaló. Si bien reconoció que estas herramientas ofrecen ventajas al cliente —como descuentos, promociones, rapidez y comodidad—, advirtió que desde la óptica del negocio se traducen en “gastos adicionales por comisiones o financiamiento”, que se suman a la “innumerable cantidad de impuestos y tasas nacionales, provinciales y municipales” que afrontan las estaciones.
“De no manejarse adecuadamente, todos estos factores pueden transformar a esos socios invisibles —los impuestos y las comisiones— en los principales beneficiarios de la renta. Y los únicos que invertimos para obtener esa renta somos los empresarios, dadores de trabajo en blanco y de calidad en todo el país”, remarcó.
Frente a ese escenario, el titular de FECRA subrayó la necesidad de una acción coordinada entre los distintos actores del sector. “Debemos trabajar en conjunto con las empresas petroleras, el gobierno y los sindicatos para evitar que los empresarios sigamos siendo los únicos que pierden rentabilidad, porque eso termina haciendo inviable el negocio”, afirmó.
Landgrebe planteó que una reforma fiscal integral sería un paso clave para ordenar y simplificar el esquema de impuestos y tasas que afectan a las estaciones en los tres niveles de gobierno. También pidió que las petroleras revisen los cambios ocurridos en los últimos años para construir un modelo de actividad sustentable y equilibrado. En el plano laboral, reclamó la reactivación de la mesa de negociaciones con los gremios, hoy paralizada: “Las pretensiones actuales son inviables para la realidad del sector y podrían llevar al cierre de muchas de nuestras PyMES”, advirtió.
En cuanto al Gas Natural Comprimido, Landgrebe expresó un fuerte respaldo a su reactivación. Señaló que Argentina cuenta con una amplia red de estaciones equipadas y una disponibilidad de producto única, gracias al desarrollo de Vaca Muerta, que posee la tercera reserva mundial de gas. “Hay que aprovechar esa capacidad instalada”, insistió. Para ello, propuso simplificar los trámites de renovación de obleas, reducir el costo de las pruebas hidráulicas y generar líneas de crédito accesibles que impulsen la conversión de vehículos de transporte público, privado y de carga.

“Si logramos que una parte importante de nuestra flota funcione a GNC, un combustible limpio y eficiente, podríamos evitar importar gasoil y hacer mucho más eficiente la cadena logística, que hoy sufre por el famoso ‘costo argentino’”, afirmó.
Con una mirada pragmática, Landgrebe resumió que el futuro del sector dependerá de lograr equilibrio entre inversión, innovación y rentabilidad. “El desafío es sostener un negocio competitivo, que pueda adaptarse a los cambios tecnológicos sin que eso signifique perder rentabilidad o empleo. Las Estaciones de Servicio siguen siendo parte esencial de la economía argentina, y debemos cuidar que sigan siéndolo”, concluyó.
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