Activar/Desactivar Leer Página
Las Estaciones de Servicio PyMES se sostienen en la tradición y el vínculo con sus comunidades, combinando esfuerzo familiar, compromiso gremial y adaptación a los cambios del sector. El aniversario de la familia Giribone en Rosario es un ejemplo de esa continuidad.
En la Argentina, buena parte de las Estaciones de Servicio están en manos de PyMES familiares que, más allá de la venta de combustibles, cumplen un rol social en las ciudades y pueblos donde se insertan. Son espacios de trabajo, puntos de encuentro y actores económicos que atraviesan las mismas dificultades y transformaciones que su comunidad.
Un caso emblemático es la estación de la familia Giribone, en Rosario, que acaba de cumplir 90 años de funcionamiento y que hoy se encuentra embanderada con AXION Energy.
En diálogo con surtidores.com.ar, Daniel Giribone —directivo de CESGAR, de FAENI y miembro de CECHA— recordó que el emprendimiento comenzó con su suegro y que en 1987, tras su fallecimiento, la familia decidió continuar con la explotación. “Fue un negocio familiar y sigue siendo un negocio familiar. Mi mujer y yo nos hicimos cargo junto con la familia y seguimos así”, explicó.

La historia de esta estación permite dimensionar las transformaciones que atravesó el sector. De los surtidores a manija a los sistemas electrónicos, de los festejos populares en la calle a los episodios de vandalismo, de las colas interminables en épocas de inflación a la estabilización tecnológica, cada etapa dejó su marca en el día a día del negocio.
El componente gremial también estuvo presente. José, el fundador, fue dirigente de la cámara de Rosario y de FAENI. El empresario siguió esa línea y actualmente participa en distintas entidades que nuclean a los empresarios del sector. “Esa vocación uno la trae de otros ámbitos, de clubes y cooperadoras. Es difícil borrarla del perfil de una persona”, señaló Giribone.
No todo es historia. El presente plantea desafíos concretos para quienes sostienen Estaciones de Servicio familiares: la volatilidad de precios, los costos crecientes y la competencia de grandes jugadores del mercado. En ese contexto, la continuidad de un establecimiento por nueve décadas aparece como una excepción más que como una regla.
“Durante noventa años hay infinidad de anécdotas, pero lo que siempre se mantuvo fue la forma de vida que representa este negocio”, apuntó el empresario. La permanencia, sin embargo, no estuvo exenta de sacrificios y de la necesidad de adaptarse a escenarios cambiantes.

La celebración de este aniversario no solo repasa una trayectoria personal y familiar, sino que refleja las complejidades propias de una actividad que combina tradición con modernización, y que debe responder a las demandas de los clientes sin perder su identidad.
En palabras de Giribone, el desafío es seguir adelante mientras haya fuerzas para sostenerlo. Una definición que resume el espíritu de muchos estacioneros: mantener de pie un negocio que, más allá del combustible, es también parte de la vida cotidiana de las comunidades.
Merecido reconocimiento Ada y Daniel junto a sus hijos Carla, Silvina y Augusto han continuado el camino marcado por Don Pepe Carasa. Carasa- Giribone ejemplo de honestidad, responsabilidad, respeto y compromiso social
Soy cliente y asiduo concurrente desde el año 1977. Mucha felicidades 🥂
DEJANOS TU COMENTARIO!