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Cada vez más bocas de expendio limitan su actividad nocturna: la factura de luz, combinada con salarios y riesgos de inseguridad, está cambiando la ecuación del negocio.
La última ola de aumentos en las tarifas eléctricas reconfiguró la economía de las Estaciones de Servicio. Este negocio, que combina la venta de combustibles con tiendas y servicios complementarios, se enfrenta a un escenario en el que mantener encendidas las luces, la refrigeración y los equipos gastronómicos durante toda la jornada ya no resulta viable. La ecuación de rentabilidad, siempre ajustada, ahora debe lidiar con un factor que crece en incidencia y amenaza con alterar los modelos de negocio.
Según Gustavo Perego, director de la consultora ABECEB, el esquema actual de las estaciones es de alta facturación pero baja rentabilidad, por lo que las oportunidades están en esos servicios adicionales. “Con la mejora de los precios en los últimos meses, se logró un poco más de equilibrio frente a los costos operativos, pero lo cierto es que donde está la curva de crecimiento es en la gastronomía, las tiendas y los servicios complementarios”, sostuvo.

El problema es que precisamente esos rubros son los más afectados por la suba de la electricidad. “Como todo rubro gastronómico o de servicios, la energía termina siendo un costo significativo cuando vas a un valor de precio normal”, advirtió Perego en diálogo con surtidores.com.ar.
El impacto no es menor: heladeras, iluminación, hornos, sistemas de climatización y equipos de refrigeración demandan altos niveles de consumo, y con los nuevos cuadros tarifarios, esos gastos se multiplican. En muchos casos, el costo energético ya compite con el de personal como una de las principales erogaciones del área de tienda.
Desde el sector empresario también ponen el foco en este problema. Carlos Gold, dirigente de CECHA, señaló que el fenómeno ya se traduce en cambios de hábitos en la operación diaria de las bocas de expendio. “Hasta hace unos años la energía era uno más de los componentes de costos de la estación. Hoy se ha convertido en el más incidente de la estructura detrás de los salariales”, subrayó.

En ese marco, reconoció que algunos establecimientos comenzaron a restringir horarios por el peso de la factura eléctrica: “Se viene notando el cierre nocturno en mayor medida. Confluyen costo de energía, inseguridad y salarios que no amerita tener abierto principalmente las tiendas frente a las escasas ventas en esa franja horaria”.
Ante este panorama, el desafío es claro. “Yo creo que esto va a desafiar a los modelos de negocio para que puedan ser más eficientes. No hay otra”, remarcó Perego.
Las alternativas se orientan por iniciativas de ahorro energético, incorporación de equipamiento de menor consumo, e incluso la posibilidad de generar parte de la energía mediante sistemas renovables, algo que algunas estaciones ya están explorando.
De todos modos, el director de ABECEB se muestra optimista respecto del rumbo de mediano plazo. “A la larga, las estrategias con más servicios terminan siendo los mejores aliados para tener una senda de crecimiento”, concluyó.
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