Nuevo escenario
Además del autoservicio, el Ministerio a cargo de Federico Sturzenegger tendría otras iniciativas en estudio. Especialistas opinan sobre este controvertido tema que impacta tanto en los consumidores como en la industria y los trabajadores del sector.
Hace algunos años atrás, surgía en el país una iniciativa privada que proponía vender nafta a domicilio a través de una aplicación para teléfonos móviles. El proyecto llevado adelante por un joven empresario, constaba de un camión adaptado con un sistema de tanque y surtidor destinado a expender combustibles por las calles marplatenses.
Pero rápidamente, se topó con la falta de regulación y los “grises normativos” sobre esta forma de comercio. Pese a estar homologado por el INTI y el que chofer contaba con las capacitaciones y permisos para el transporte de cargas peligrosas, las autoridades del partido de General Pueyrredón le secuestraron el vehículo.
Poco tiempo después, YPF ponía en funcionamiento un servicio de delivery denominado Filler, mediante el cual el cliente podía pedir que la compañía le cargué Infinia en su casa bajo estrictas normas de seguridad.
La repercusión mediática y la queja de los empleados y estacioneros desactivaron la propuesta. Incluso desde la Secretaría de Energía advirtieron que la modalidad no estaba permitida.
Sin embargo la nueva ola desregulatoria impulsada por el Gobierno podría darle vía libre nuevamente. En Estados Unidos, México y algunos países de Europa, este tipo de iniciativas tiene un éxito notable. Su mayor beneficio sin dudas es la posibilidad de reducir el tiempo de carga de combustible en las Estaciones de Servicio, con todo lo que implica trasladarse hacia un punto de abastecimiento y hacer fila.
Desde la dependencia oficial por su parte, revelaron que “todo está en análisis”. Ante la consulta de surtidores.com.ar, señalaron que “estamos trabajando para aclarar algunos puntos respecto de las nuevas modalidades que se vayan presentando en el mercado”.
¿EL CONSUMIDOR LO QUIERE?
El debate sobre el autoservicio y el delivery de combustibles sigue generando opiniones encontradas en la Argentina. Cristian Folgar, exsubsecretario de Combustibles de la Nación, aportó su mirada sobre este controvertido tema que impacta tanto en los consumidores como en la industria y los trabajadores del sector.
“Creo que el autoservicio y el delivery dependen más de la aceptación del público. Muchos se concentran en el tema de seguridad, pero la verdad es que en los países donde funciona, no hay mayores problemas de seguridad. Oponerse a estos esquemas basándose en ese argumento no tiene mucho sentido”, sostuvo Folgar. Sin embargo, reconoció que el verdadero obstáculo para implementar estas modalidades no está en los riesgos técnicos, sino en la resistencia sindical y su impacto en el empleo.
En el Congreso plantearán la inconstitucionalidad del autoservicio de combustibles
Por otro lado, el delivery plantea una competencia directa entre las refinadoras y distribuidoras frente a las Estaciones de Servicio, con consecuencias similares para los puestos de trabajo. Folgar planteó una pregunta clave: “¿El consumidor qué quiere? ¿Valora el autoservicio? ¿Valora el delivery? Si lo valora, se va a terminar imponiendo”.
Otro punto central es el costo. “El delivery de nafta ¿sale más barato que ir a la Estación de Servicio? En el caso del delivery de gasoil funciona porque en el campo tienen lugar para stockear. Pero el mercado de la nafta es distinto”, advirtió el exfuncionario, señalando que el contexto urbano y la logística presentan desafíos particulares.
Finalmente, subrayó que existen muchos aspectos de la cadena de valor de los combustibles que necesitan ser revisados antes de priorizar debates como el autoservicio o el delivery. “Es como poner el carro delante de los caballos”, concluyó Folgar.
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