La Federación del Interior de Trabajadores de Estaciones de Servicio y Garages de la República Argentina, (FITESGRA), observó con preocupación los efectos que causará en el sector de petróleo y gas un nuevo componente impositivo en los combustibles.

En ese contexto, uno de sus dirigentes, Miguel García, recalcó a surtidores.com.ar que, en una primera visión del texto del proyecto, esta nueva norma propuesta puede llegar a perjudicar a las Estaciones de Servicio, especialmente aquellas que se abastecen de producto importado, aunque aclaró que todavía están estudiando la “letra chica”.

El sindicalista explicó que el presupuesto presentado por el gobierno nacional, prevé la imposición de una nueva Tasa de Control de Calidad de Nafta y Gasoil en su Artículo 80, por la cual, las empresas productoras, importadoras y refinadoras de nafta o gasoil, deberán abonar al erario público hasta un 0,33 por ciento del precio de salida del producto en forma mensual.

Con esa condición, García sostuvo que “si bien el proyecto contempla diferentes tipos de beneficios fiscales para la importación y exportación de crudo, como también de fomento al gas, contrariamente a ello puede perjudicar al eslabón más débil de la cadena”.

El gremialista justificó su postura en el hecho de que “ninguna refinadora ni importadora de combustibles va a absorber esta tasa, con lo cual, seguramente, este nuevo costo será automáticamente trasladado a precios”.

En este sentido, García sentenció que “puede haber consecuencias negativas para el expendedor, ya sea por una baja en el volumen de ventas, como también por un nuevo achicamiento en el escaso margen de rentabilidad de los establecimientos”.