Hechos a diario
Tras el luctuoso episodio en el cual un grupo de delincuentes en motocicletas asesinaron a una niña en la puerta de la escuela a la que concurría, se elevaron las alertas en las bocas de expendio donde a pesar de las gestiones y reclamos, continúa el temor y la incertidumbre.
A medida que la crisis se agudiza, la delincuencia no cede en sus atracos y la modalidad de “los motochorros” genera víctimas a diario, hasta límites trágicos como lo acontecido en el municipio bonaerense de Lanús, hecho que conmocionó al país entero.
El sector expendedor coincide tanto a nivel de la dirigencia empresarial como sindical, que los establecimientos de venta de combustibles están a merced de un peligro latente y constante, debido a su estructura edilicia y el horario de atención al público las 24 horas.
En este contexto, las autoridades intentaron sin éxito hasta el momento implementar diferentes normativas que en muchos casos obligaban a los trabajadores del sector a ser quienes controlasen su cumplimiento, lo que causó el rechazo espontáneo de los referentes de la actividad.
Empleados de Estaciones de Servicio protestaron por la inseguridad
“No somos agentes de orden para controlar si un motociclista usa o no su casco y un chaleco refractario con la patente impresa en la espalda”, dijo Juan Carlos Basílico, presidente de FEC, en respuesta a las reglamentaciones que en ciertas localidades bonaerenses prohíben cargar nafta a los motociclistas que no utilicen dichos implementos.
En su momento, el Secretario de Seguridad de Lanús Diego Kravetz, quien quedó en la agenda pública tras el homicidio de la niña esta semana pasada, había declarado a este medio que el delito efectuado por motochorros se está tornando cada vez más común, lo cual llevó a la fuerza policial local a incrementar los controles vehiculares y el patrullaje en las zonas más expuestas como pueden ser las expendedoras de combustibles.
Recalcó que “debemos agudizar los controles por medio de controles vehiculares, para verificar documentación al día y alcoholemia, entre otras cosas, porque se nota el incremento del delito urbano y las Estaciones de Servicio no son la excepción a la regla”.
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Sin embargo, según el análisis de Basílico “nada es suficiente”, aunque mostró expectativas positivas sobre los proyectos de distintos legisladores de la provincia de Buenos Aires y nacionales relacionados con la confección de un mapa del delito, cámaras y botones antipánicos que sean provistos a los estacioneros.
Al respecto, el directivo aseguró que desde la entidad volverán a retomar las gestiones con los funcionarios para concretar alguna de las tantas iniciativas inconclusas que la agenda electoral dejó sin efecto.
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