Las imposiciones de las grandes petroleras se siguen ampliando a terrenos cada vez más extensos. Mientras que para las bocas de combustibles líquidos la problemática data de varios años atrás, para las estaciones de servicio de GNC es un tema relativamente nuevo. Si bien gran parte de este tipo de locales no dependen de una bandera, en el caso de vender también líquidos, se ven obligadas a firmar cláusulas que perjudican en gran medida la rentabilidad del operador.

Hay compañías que cobran un canon por el uso de la marca que es de aproximadamente un 5 por ciento del valor del metro cúbico de GNC. Según informó un operador de la provincia de Córdoba, algunas exigen al dueño de la estación de servicio a pagar $1000 por mes por los servicios de las tarjetas de puntos y premios pero otras empresas toman como referencia porcentajes de la facturación. “Son aproximadamente 10 centavos por metro”, explicó, aunque también hay una negociación entre las partes que puede ajustar el número.

Una cuarta parte de las estaciones de servicio que hay en el país venden combustibles líquidos y GNC (son duales). Por estar obligadas a firmar contratos con las petroleras para recibir naftas y gasoil, las compañías aprovechan esta situación para obligar a los locales a pagar un canon por el uso de la marca.

Otro de los problemas que enfrentan los estacioneros que ofrecen GNC es que antes de transferir la explotación del local deben consultar a la petrolera que le presta la marca si autoriza la venta al posible comprador. “Se reservan un derecho de prioridad”, indicó el expendedor. Bajo estas circunstancias, el titular del establecimiento debe negociar con la compañía para poder realizar la transacción. “Ya no somos propietarios de nada”, expresó molesto el empresario.

Según detalló el operador a surtidores.com.ar, una boca de GNC que vende en promedio 120.000 metros cúbicos por mes, y hace uso de una bandera,  paga aproximadamente 15.000 pesos, en función del volumen despachado. La fórmula que determina el monto a pagar toma como referencia la cantidad de producto que se vende, pese a que la petrolera no tiene nada que ver con el abastecimiento de gas. “Es por los servicios de fidelización de clientes”, dijo.

En teoría, tener una boca con marca de alguna empresa tradicional beneficia a los titulares de las estaciones de servicio porque incrementa las ventas. No obstante, según Manuel García, presidente de la Asociación de estaciones de servicio independientes, los puntos de venta más importantes no tienen marca. “Depende mucho de la ubicación”, precisó. “La gran mayoría de los operadores tienen bandera propia”, destacó.