El contraste entre el GNC y la venta de combustibles líquidos es notable. Mientras que en el primer caso el interés por instalar estaciones de servicio es creciente, en el caso de las naftas, las pequeñas empresas buscan incesantemente la manera de empatarle al fin de mes, por la baja rentabilidad a la que se enfrenta este sector.

Según las estadísticas que difundió el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), la cantidad de bocas de expendio que ofrece GNC sigue incrementándose, aunque no en todas las provincias por igual. Poco más del 50 ciento de los nuevos establecimientos que tiene el país se instaló en Buenos Aires, acentuando su participación de liderazgo en este segmento del mercado, con una participación total del 45 por ciento de las bocas.

Para la Capital Federal la situación fue totalmente distinta. Durante el trimestre abril-julio han cerrado cinco estaciones de servicio, marcando una contradicción con la tendencia nacional.

A diferencia de Santiago del Estero, Santa Fe y Córdoba, donde en cada distrito se sumaron dos nuevos puntos de venta que tienen surtidores de GNC, y en Mendoza donde también se incorporaron otras cinco, en la mayoría de las provincias casi no hubo variaciones, y la cantidad de empresas se mantuvo en los mismos niveles.

Seguramente el incremento de las conversiones tenga mucho que ver con la apuesta de los expendedores a invertir en esta actividad. El crecimiento paulatino y constante generó grandes expectativas en los empresarios, por tratarse de una actividad que promete grandes beneficios para este sector.

Según explicó el presidente de la cámara de expendedores de Buenos Aires, Luis Malchioldi la rentabilidad de las pymes que ofrecen GNC es superior a la de los combustibles líquidos. Sin embargo, destacó que los gastos son también mayores. “El capital necesario para instalar una estación de este tipo cuesta alrededor de dos millones de pesos”, comentó.

De todas maneras, el titular de Fecoba señaló que el consumo de GNC ha mostrado un gran crecimiento en algunas zonas, a diferencia de otros donde prácticamente no hubo cambios. “Las bocas se instalan en lugares donde el mercado necesita incrementar la oferta”, sostuvo Malchioldi.