Los empresarios del combustible que fueron consultados por surtidores.com.ar, sobre su parecer respecto del aumento de precios concretado por las compañías petroleras este viernes, coincidieron en que “les acarrea más inconvenientes que ganancias”.

Con esta suba en las pizarras, los pequeños y medianos operadores del rubro, lamentaron que no solamente no recuperan margen de ventas, sino que se ven obligados a utilizar más recursos para cumplir con sus obligaciones fiscales.

Justificaron esta conclusión en el hecho de que “la actualización es únicamente para el componente impositivo del valor final al público y por lo tanto, nada de esto repercute sobre nuestra rentabilidad”, explicaron.

En este contexto, el asesor tributario Sebastián Vázquez, destacó que desde que se destapó el escándalo de Oil Combustibles, se repite un error muy común en los medios de comunicación, cuando tildan a las Estaciones de Servicio como “agentes de recaudación fiscal”.

Explicó que “para los estacioneros el ICL y el Impuesto al Dióxido de Carbono, forman parte del costo del producto, aunque tienen un tratamiento diferente y especial a la hora de liquidar los impuestos propios de las Estaciones de Servicio, aunque esto no los convierte en otra cosa que el mero costo”.

En este contexto, Vázquez reconoció que al expendedor, el aumento de costo le impone reponer las cantidades a mayor precio, pero como mantiene la misma rentabilidad, deberá resignar ganancias para poder ampliar el capital de trabajo o recurrir a ahorros propios o créditos externos.

Y advirtió finalmente para el caso de los estacioneros que son contribuyentes de ARBA en la Provincia de Buenos Aires, que “si el año que viene, con inflación y aumento de combustibles, como está pasando,  no se modificara el límite impuesto por el Estado de 165 millones de pesos anuales de facturación, habrá casi una totalidad de establecimientos que ingresarán en el conjunto de agentes de retención”.