Sobreviviente de la tragedia de los Andes trasladó su experiencia a empresarios de Estaciones de Servicio

Rugby, equipo y esfuerzo ante las adversidades son valores que el mismo deporte enseña a quienes lo juegan desde pequeños y que se trasladan luego a los demás ámbitos de la vida, más aún, en la experiencia que les tocó enfrentar a aquellos jóvenes deportistas de la famosa “tragedia de los Andes”, que años más tarde se transformó en un éxito de Hollywood.

En este caso, movidos con el espíritu desafiante que suelen tener los expendedores independientes de combustibles en su interior, la Federación de Estaciones de Servicio de Córdoba, coronó un nuevo año de trabajo y capacitación con la presencia de Roberto Canessa, quien dictó la charla: “Tenia que sobrevivir: El triunfo del trabajo en equipo”.

Roberto es uno de los 16 sobrevivientes de la tragedia aérea de Los Andes, una aventura real y extrema que duró 72 días y que lo marcó para toda la vida. Él junto a Nando Parrado decidieron caminar con temperaturas bajo cero para cruzar la cordillera y salvar a sus compañeros. En ese momento era estudiante de medicina y le tocó curar a sus amigos con la fuerza del héroe que llevaba adentro, y que hoy sigue manteniendo como médico cardiólogo infantil.

La jornada, que culminó con un brindis de fin de año, contó con la presencia de más de 100 empresarios, quienes se emocionaron e inquietaron con su historia para motivar a todo un equipo cuando todo parece perdido.

Canessa finalizó la charla hablando sobre la importancia de las pequeñas cosas de la vida y las oportunidades. “No esperes a que se te caiga el avión para darte cuenta todo lo que tenías y lo feliz que sos, pero tampoco esperes mucho los helicópteros, porque pueden no venir”, dijo.

El veterano jugador de Rugby, que se ha transformado en uno de los coach motivacionales más requeridos del mundo en habla hispana, dice que no recuerda cuántas charlas ha dado. Sólo que lo ha hecho frente a niños, en universidades como Harvard y Wharton y, sobre todo, como dice él, “para los que en este mundo tienen suerte, pero que a veces se quejan porque el aire acondicionado no funciona“.