Expendedores temen que la libertad para importar combustibles perjudique al sector

El Gobierno dejará sin efecto a partir del próximo 1º de enero el Registro de Operaciones de Importación de Petróleo Crudo y sus Derivados, creado en marzo para regular las compras que las empresas del sector realizan en el exterior.

La medida, autorizada a través del decreto 962 del Boletín Oficial, desactiva una herramienta reclamada largamente por el sector expendedor para controlar la venta de combustibles de manera directa sin pasar por las Estaciones de Servicio

El nuevo decreto señala la disposición que vio la luz en marzo obedeció a “una situación coyuntural, de carácter transitorio, hasta tanto los precios locales converjan con los precios internacionales”, por lo cual se limitó su vigencia hasta el próximo 31 de diciembre.

En ese sentido, la decisión de las autoridades amplía el margen de operación de las compañías petroleras, ya que la creación del Registro establecía las pautas para autorizar las compras externas de gasoil entre otros productos.

Para los expendedores, el nomenclador aseguraba al menos, un poco de control para la actividad, ya que evitaba la competencia desleal “en la que siempre pierde el estacionero”.

La compra sin límites desde el exterior, explican, provocó un superávit de producto que llevó a las petroleras a revender de manera directa a los sectores productivos –entre ellos el campo- a precios de hasta 30 por ciento menores a lo que entregan a los expendedores. Asimismo denuncian que en numerosas ocasiones las descargas la realizan en instalaciones inseguras y no registradas.

Por este tema, directivos del sector concurrieron recientemente al Ministerio de Trabajo, para presentar un estudio que demuestra que entre enero y agosto mientras en las expendedoras de combustibles, el despacho de gasoil bajó estrepitosamente en 100 mil metros cúbicos, paralelamente a ello, se elevó la venta directa en 160 mil m3.

Al respecto destacaron la responsabilidad que le cabe a la cartera laboral en este problema, ya que “la caída en las ventas provocará en un futuro cercano el cierre de cientos de bocas de expendio con la consecuente pérdida de miles de puestos de trabajo”.