Opinión: la importación de combustibles desalienta la producción

Durante este año la obtención de subproductos fue menor a la del año anterior, en especial en las naftas y el gasoil, productos altamente demandados por los automovilistas.

Los motivos de esta retracción se pueden explicar desde diversas perspectivas aunque bien vale recurrir a la opinión de un especialista como el ex Secretario de Energía de la Nación, Daniel Montamat, quien dio a surtidores.com.ar su visión acerca de las razones que provocaron la contracción de la actividad refinadora.

“Como ustedes señalan, la demanda de combustibles, nafta y gasoil, ha caído por eso el descenso de oferta local, vía producción y de las importaciones para consumo automotor”, explicó el ex funcionario.

Montamat hace referencia a datos oficiales de reciente divulgación que sostienen que las petroleras gastaron 767,24 millones de dólares en compras de combustibles de uso masivo al exterior muy por debajo de los 921,56 millones de dólares de mayo de 2013, cortando de este modo la tendencia de los primeros cuatro meses del año donde se venía importando cada vez más, a pesar del freno de la economía.

Al respecto se preguntó: “¿Por qué no refinar más localmente y sustituir más producto importado?”. Creo que la respuesta está en la importación con cupo, es decir desgravada de impuestos, que sigue siendo un buen negocio para YPF y compañía”, subrayó.

Los argumentos del especialista tienen su correlato incluso en la consulta que efectúa periódicamente el INDEC a empresarios del sector para conformar el ISE, un indicador que analiza la producción de las formas secundarias de energía. De acuerdo a este relevamiento, el 80 por ciento de las empresas estimó que la capacidad instalada no variará. En cuanto al nivel de utilización el 40 por ciento empleará entre el 60 y el 80 por ciento de sus instalaciones y el restante 10 hará uso del 40 al 60 de las mismas.

Lo mismo sucede con la demanda de combustibles ya que la mitad de las firmas estimó que no se modificará mientras que el 30 por ciento considera que disminuirá y el restante 20 cree que aumentará.