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En el Summit Elite PYME, el economista planteó que el nuevo ciclo económico exige a los empresarios asumir responsabilidad, capitalizar su experiencia en crisis y redefinir sus decisiones desde la estabilidad y no desde la excusa.
La participación de Claudio Zuchovicki en el Summit Elite PYME fue uno de los momentos más convocantes del encuentro, donde más de 50 empresarios y ejecutivos, la mayoría relacionados a la actividad de las Estaciones de Servicio, se reunieron para rediseñar su estrategia para el segundo semestre de 2025. Su presentación abordó los cambios en el modelo económico y el rol activo que deben tomar los líderes empresariales frente al nuevo escenario.
“El Gobierno ya no es excusa. Ya no alcanza con decir que al país le va mal. Cada uno se tiene que hacer responsable de por qué vende o no vende”, afirmó el economista, con un tono directo que buscó interpelar a los presentes.

Zuchovicki destacó que el cambio central en los últimos dos años es estructural: la tasa de interés está por encima de la inflación, lo que obliga a revisar estrategias de financiamiento, inversión y rentabilidad. “Hoy la manera de trabajar es distinta, la manera de contribuir es distinta, y la forma de tomar decisiones también debe cambiar”, enfatizó.
Zuchovicki explicó que este nuevo ciclo económico se basa en un cambio de paradigma: el Estado deja de intervenir directamente en las decisiones microeconómicas, como la fijación de precios, la asignación de subsidios o la regulación del comercio, y pasa a centrarse en las variables macro: déficit fiscal, tasa de interés, tipo de cambio y equilibrio monetario. “Estamos frente a un modelo donde el Gobierno ajusta la macro, y espera que el sector privado se adapte desde la micro. Eso implica un cambio de responsabilidad: ahora el empresario debe hacerse cargo de su gestión sin esperar que lo rescaten”, explicó.
Uno de los momentos destacados de su exposición fue el intercambio con un empresario estacionero, quien comentó haber sobrevivido al Rodrigazo, la hiperinflación del 89, el colapso de 2001 y otras crisis. Frente a ello, Zuchovicki reconoció: “Si estás acá, si sobreviviste a todo eso y seguís teniendo una empresa, eso es un capital. Tenés que usar esa experiencia para construir, no para victimizarte”.
Según su diagnóstico, el país ingresa en una etapa de relativa estabilidad para los próximos dos años, lo que implica que la volatilidad macro no puede seguir siendo la justificación de las decisiones empresariales. “La planificación es ahora. Ya no se trata de esperar a que pase la tormenta, sino de construir con lo que hay”, expresó.
Zuchovicki también remarcó la relevancia de incorporar tecnología y pensamiento estratégico en la operación cotidiana. “No le vas a sacar el trabajo a la inteligencia artificial. Le vas a sacar el trabajo a otra empresa que la use mejor que vos”, sentenció, destacando la necesidad de adoptar herramientas digitales para mantener competitividad.

Finalmente, advirtió que la inflación y la emisión monetaria siguen siendo riesgos latentes, pero que lo central es cómo se posiciona cada empresa frente a ese entorno: con diagnóstico claro, foco en la eficiencia y una cultura de liderazgo adaptativa.
El mensaje fue contundente: en un ciclo donde el Estado se corre de la microgestión, la responsabilidad se desplaza al empresario. En ese marco, liderar no es solo resistir, sino también anticiparse y decidir. Porque como destacó Zuchovicki en el cierre: “el dato ya no importa tanto como lo que hagas con él”.
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