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La compañía saudí Aramco busca registrar “PF” como nombre comercial para su línea de combustibles y lubricantes en Chile. YPF se opone por su similitud con su sigla histórica, advirtiendo riesgos de confusión, competencia desleal y daño comercial.
Una disputa marcaria de alto voltaje enfrenta en Chile a dos gigantes del negocio energético. Por un lado, Aramco, la mayor petrolera del mundo, controlada por el Estado de Arabia Saudita y por el otro, YPF. El conflicto se desató luego de que Aramco solicitara el registro de la marca “PF” ante el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI) del país trasandino, para identificar combustibles, lubricantes y productos químicos industriales.
La solicitud, presentada el pasado 3 de enero, activó una rápida y dura oposición por parte de YPF, que acusa a Aramco de buscar instalar una marca fonética y gráficamente similar a la suya, lo que —según su presentación— podría inducir a error a los consumidores y representar un acto de competencia desleal. En ese sentido, pidió al INAPI que rechace de plano el registro, argumentando que la coincidencia parcial entre ambas marcas es más que suficiente para generar confusión en un mercado donde ambas compañías ofrecen productos de naturaleza y canales similares.

Según consigna el medio “La Tercera”, en su oposición formal, presentada por el abogado Christopher Doxrud, YPF sostuvo que la sigla “PF” es prácticamente idéntica a “YPF”, ya que la única diferencia es la supresión de la letra inicial. “Esa pequeña diferencia no alcanza para establecer una identidad propia ni evita que el consumidor medio asocie ambos signos”, advirtió. YPF insistió en que, tratándose de siglas y no palabras completas, la ubicación de las letras “P” y “F” en la misma secuencia refuerza la posibilidad de confusión, sobre todo en un rubro donde la marca es un activo estratégico fundamental.
YPF también argumentó que ambas compañías compiten en las mismas clases de productos (1 y 4) según el sistema de Niza, lo que implica que la potencial coexistencia de las marcas en el mercado chileno generaría una colisión directa, afectando su posicionamiento comercial construido durante décadas.
Desde su llegada a Chile, Aramco ha comenzado a desplegar su presencia con el respaldo de su portafolio global. En respuesta a la oposición, la empresa —representada por el estudio Silva Abogados— defendió la legitimidad de su solicitud. Según su escrito, la sigla “PF” responde a “ProForce”, su línea premium de combustibles, que ya se comercializa en otros países. Afirmó que la marca tiene identidad propia, con un diseño gráfico distintivo, comunicación orientada y campañas que asocian claramente “PF” con Aramco, sin que se haya registrado hasta ahora ningún conflicto marcario en otras jurisdicciones.

Además, la petrolera saudí insistió en que la jurisprudencia chilena en materia de marcas exige analizar siglas letra por letra, y que la letra “Y” al inicio de “YPF” es determinante, tanto desde lo visual como desde lo fonético. En ese marco, Aramco consideró que la oposición “carece de sustento real” y que busca bloquear el ingreso de una marca que ya tiene antecedentes de uso sin objeciones en mercados internacionales. También destacó que sus productos están asociados a un diseño futurista y una estética visual que no guarda relación con la identidad de marca de la argentina.
El conflicto, por ahora, se mantiene en el plano administrativo. El INAPI deberá definir si acepta o rechaza el registro solicitado por Aramco, teniendo en cuenta la posible afectación a derechos preexistentes y el impacto en la percepción del consumidor. Si no hay acuerdo, la disputa podría escalar a tribunales, enfrentando a dos pesos pesados del negocio energético en uno de los mercados más competitivos del Cono Sur.
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