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El control que ejercerá el estado sobre el mercado de los combustibles traerá importantes cambios para las bocas de expendio, tanto positivos como negativos. Aunque el Gobierno no definió cuestiones comerciales, los expendedores se anticipan a lo que puede ocurrir
Tras la expropiación de la petrolera el Gobierno Nacional tendrá una participación activa sobre la actividad y la posibilidad de orientar el mercado en una u otra dirección, según lo considere necesario. Con respecto al futuro de los expendedores no hubo definiciones oficiales, sólo comentarios a puertas cerradas y en encuentros extraoficiales.
Dirigentes del sector que prefirieron no ser citados en esta nota anticiparon algunas de las ventajas que podrían beneficiar a las bocas de expendio. En primer lugar consideran que habría mayores garantías en el abastecimiento de combustibles por la preocupación del oficialismo de abastecer al público. Las blancas tienen grandes expectativas de que se abra un canal de suministro a través de la petrolera estatal.
Los comercios de otras marcas, como Petrobras, Esso, Oíl o Shell están preocupados ante la posibilidad de que YPF siga aumentando su concentración en el mercado, que hoy ya alcanza el 52 por ciento para el caso de las naftas y más del 60 para el gasoil. Mientras más producto tenga la estatal menos van vender las otras compañías.
Otro aspecto que puede resultar positivo o negativo tiene que ver con la relación política que alcancen las cámaras empresarias con las nuevas autoridades de YPF, que también dirigen el Ministerio de Planificación Federal. En caso de afianzar el lazo, el dialogo podrá ser más fluido y estarán dadas las condiciones para obtener beneficios. Caso contrario, los operadores no tendrán otra alternativa que quejarse en la justicia, ya que el mismo proveedor es el estado. No habrá un tercero que pueda mediar ante un conflicto comercial.
Por otra parte, los representantes de la actividad entienden que habría menos inconvenientes para renovar los contratos de suministro. Las exigencias que imponía la vieja conducción no continuarían de la misma manera por parte del Gobierno. Este no es un tema menor, en los últimos años aumentó la cantidad de locales sin bandera como consecuencia de esta política.
De todas maneras, todas estas cuestiones son opiniones anticipadas, sin fundamento real o concreto. Los empresarios arriesgaron para surtidores.com.ar los cambios que podría acarrear la participación del oficialismo en la comercialización de combustibles.
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