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La Secretaría de Energía de la Nación no difundió los valores de febrero, a pesar de que las pequeñas y medianas refinerías entregaron la producción a las compañías petroleras para cumplimentar el corte obligatorio. Una deuda pendiente que nunca se saldó, a pesar de las promesas.
Augusto Costa, el Secretario de Comercio Interior, se comprometió al poco tiempo de asumir en funciones y de reemplazar a Guillermo Moreno, en brindar previsibilidad a las plantas que elaboran hasta 100.000 toneladas de biodiesel por año respecto de los valores que perciben por la entrega de sus productos a los complejos que procesan combustibles fósiles para uso automotor. Sin embargo, aquel contrato verbal nunca se cumplió en la práctica.
Y si bien hay una fórmula que determina el importe en base a la evolución del aceite de soja, que es el principal insumo de la industria, hasta que la Unidad Ejecutiva de Monitoreo, organismo conformado por los ministerios de Economía, Industria, Comercio y Planificación Federal, pero presidido por Axel Kicillof, no establece los importes en forma oficial, pesa la incertidumbre en el sector.
Hoy es nueve de marzo y todavía en la página de la Secretaría de Energía no figuran los números de febrero, lo que representa una mora de dos meses. Por el momento los productores del biocombustible de baja escala cobran 7.138 pesos por tonelada, cifra que bajo ningún aspecto los conforma.
Por eso es que los empresarios continúan en conversaciones con los funcionarios, con el objetivo de “reestablecer los parámetros de la fórmula” que rige en la actualidad, informaron fuentes del rubro a este medio. No sólo piden constancia y regularidad en las publicaciones oficiales, sino también una recomposición de las principales variables que conforman la rentabilidad.
Es que los precios se mantienen desde 2014, a pesar de que los costos de producción siguen el ritmo de la inflación. Ahora se agrega un nuevo inconveniente: los aumentos de sueldo del personal, uno de los factores de mayor peso en la actividad. A las tres plantas que estaban paralizadas, podrían sumarse otras por las magras condiciones económicas.
Negocio regulado
Las Pymes que aportan gran parte del volumen necesario para cortar el gasoil al 10 por ciento con biodiesel gozan de ventajas y desventajas por la forma en que se administra el negocio. Por un lado, tienen asegurado el nicho local, ya que tienen prioridad frente a las grandes e integradas. Pero por otra parte, sus ingresos dependen directamente de la valoración que tengan los funcionarios de turno sobre la utilización de esta energía renovable.
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