Mediante la publicación en el Boletín Oficial, la empresa Sol Petróleo SA anunció una modificación en su estructura interna y en su marco comercial. A través de una reforma estatutaria, la compañía está habilitada para la comercialización mayorista y minorista de combustibles, insumos y servicios para la industria, abriendo un abanico de posibilidades que incluye la importación, exportación, compraventa y distribución de petróleo y sus derivados.

La autorización también les permite desempeñar representaciones, comisiones, consignaciones y mandatos en el rubro, lo que sugiere una mayor integración en la cadena de valor del petróleo y los hidrocarburos.

La actual empresa nada tiene que ver con aquella Sol Petróleo perteneciente a la ANCAP uruguaya que contaba con una red de 300 Estaciones de Servicio en el país, operación que se concretó por el año 1998 durante la presidencia de Eduardo Ache.

Debido a la política energética de la época y a un contexto económico desafiante, la operación de las bocas de expendio comenzó a generar pérdidas considerables, llevando a la venta del 50 por ciento del capital accionario de Sol Petróleo a la petrolera venezolana PDVSA. Este acuerdo se cerró por 11 millones de dólares, pero la situación no mejoró y la red fue reduciéndose progresivamente hasta que ANCAP optó por vender la totalidad de sus acciones.

A partir de esa transacción surgió la creación de PDVsur, una empresa con grandes aspiraciones que planeaba la apertura de más de 600 Estaciones de Servicio y la construcción de plantas refinadoras en la región. Sin embargo, a 20 años de ese anuncio, ninguno de esos planes se ha materializado.

Hoy en día, Sol Petróleo SA asegura en sus redes sociales ser una compañía sólida y responsable en la distribución mayorista de hidrocarburos, con la capacidad de satisfacer las demandas del mercado actual. Aunque la empresa no tiene relación directa con la antigua operación uruguaya de Estaciones de Servicio, la posibilidad de que vuelva al rubro no deja de generar expectativas.