Informe de la Secretaría de Energía
La demanda de naftas y gasoil no permanece ajena a lo que sucede en otros rubros significativos de la economía nacional. Según datos oficiales, en agosto las bocas de expendio registraron una retracción en el consumo interanual del orden del 6 por ciento, siendo el diesel tradicional el producto que manifestó el mayor declive.
La actividad de las estaciones de servicio ya no logra esquivar la realidad que sufren otros indicadores relevantes de la economía nacional. Del mismo modo que la industria o la construcción, la venta de combustibles al público también padeció un severo retroceso en agosto acumulando cuatro meses de caídas interanuales consecutivas.
Según datos difundidos recientemente por la Secretaría de Energía de la Nación, el consumo de naftas y gasoil descendió 6 por ciento respecto al mismo mes de 2013 siendo el diesel tradicional el producto que manifestó el mayor declive. Este derivado, denominado comúnmente “del trabajo” por su afectación en las labores productivas, experimentó un derrumbe en los surtidores del 11 por ciento.
Las naftas también se comportaron del mismo modo. La súper, que hasta algún tiempo sobrevivía a los declives de la demanda, sufrió una retracción del 2 por ciento, en tanto que en el caso de la Ultra, el derrumbe fue del 6 por ciento. La excepción fue el gasoil Premium, cuyos despachos treparon 4.6 por ciento durante este período.
Según los especialistas, la caída del patentamiento de vehículos, la inflación que erosiona el poder adquisitivo de los consumidores, y fundamentalmente el alza de los precios – que acumulan subas cercanas al 40 por ciento desde enero – son las causas que originan la menor concurrencia de autos a las estaciones de servicio.
“La situación es muy preocupante”, asegura la presidente de FECRA Rosario Sica. No duda en atribuirlo a la recesión imperante -“la economía está paralizada” señala la dirigente- al tiempo que advirtió que en la medida que las autoridades no reviertan este escenario el sector padecerá las consecuencias con nuevos cierres.
No obstante, no todas las empresas debieron soportar el descenso del consumo. YPF, por ejemplo, fue la única que conservó los mismos niveles de venta que un año atrás reportando una participación de mercado del 58.6 por ciento, aunque en los productos de máxima calidad amplia ese índice al 62 por ciento.
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