Universidad Gilbarco: formación de excelencia para el manejo operativo de estaciones de servicio

Como pocas veces visto, los expendedores de combustibles minoristas ponen el foco en el desarrollo profesional del plantel laboral, comprendiendo que es una de las diferencias que permite competir y crecer en el mercado. Consultados por este tema, los empresarios aseguran que “aumentar las ventas es el resultado de una mejor atención”.

Conscientes de esta necesidad, Pablo Titievsky, responsable del área de servicio para Latinoamérica de Gilbarco Veeder-Root cuenta a surtidores.com.ar que la firma que representa creó tiempo atrás la “Universidad Gilbarco”, departamento educativo abocado al entrenamiento de operarios de playa, operadores de estaciones y distribuidores propios que la compañía tiene en nuestro país y la región.

“En este centro nuestros especialistas explican cómo dar un buen servicio, cuidando los equipos bajo normas de seguridad”, explica. En general, el curso se extiende durante una jornada, pero en los casos de interesados que buscan conocer en detalle los sistemas informáticos que desarrolla Gilbarco, puede que se prolongue a dos o tres días. También se pueden realizar a distancia.

Como punto destacado, Titievsky señala que cada taller enfoca el material didáctico en función de la marca en la que presta funciones el personal. Se siguen los protocolos y manuales de estilo de cada petrolera. Incluso, resalta que se realizan simulacros y ejemplos prácticos.

“Hacemos la simulación durante el despacho de nafta, por back-office, sobre ventas, enseñamos cuando se debe reportar un problema, los cierres de caja, casos de emergencia sobre los temas vinculados a seguridad y normativas, entre otros”, precisó. La firma cuenta con surtidores, programas de gestión y tanques para ejercitar los ensayos.

En general, estos servicios son requeridos al momento de contratar nuevos empleados, luego de adquirir las tecnologías de Gilbarco, como así también al momento de iniciar actividades. Es una instancia que permite profundizar sobre el funcionamiento de los productos.

Sobre los inicios de la Universidad Gilbarco, Titievsky recordó: “en un primer momento se formó para dar soporte a la operación interna y formar al personal de la compañía. Después nos dimos cuenta que nuestros clientes requerían de otro nivel de soporte y los distribuidores también empezaron a solicitar entrenamiento y certificaciones para los técnicos; así surgió la necesidad de crear el centro”.