Género
Marcela Pardal es gerenta de la Estación de Servicio seleccionada mejor Shell del mundo en el 2021. En entrevista con Surtidores cuenta su experiencia como mujer en el rubro. Aunque destaca que hoy existe un mayor reconocimiento, en muchos lugares las trabajadoras cobran menos que los hombres.
El número de mujeres en el mundo de las Estaciones de Servicio crece año tras año. No hace mucho la actividad era desarrollada casi exclusivamente por hombres. Progresivamente fueron incorporándose en tareas vinculadas a las tiendas y al área administrativa y hoy ya comparten funciones de igual a igual con varones.
Aunque queda mucho para acercarse a la paridad de género, es de reconocer que existen más lugares en donde las trabajadoras pueden desempeñarse, desarrollando todo su potencial.
No obstante, la discriminación, los abusos, los insultos y el rechazo a las mujeres continúan y es por esta razón que es necesario visibilizar sus historias y sus experiencias. En entrevista con surtidores.com.ar, Marcela Pardal, gerente de la Shell Nordelta reconocida recientemente como la mejor Shell del mundo, cuenta su historia.
¿Cuánto tiempo hace que trabaja en el rubro de las Estaciones de Servicio?
Hace 6 años. Yo venía del mundo de la administración de consorcios.
El mayor desafío fue entender los distintos roles, dinámicas y estrategias que se persiguen como objetivos de negocio de las Estaciones de Servicio, realizar la planificación y ejecutar las tareas para lograr alcanzarlos.
¿Tuvo algún problema como líder de equipos siendo mujer?
No, para nada. A nivel equipo creo que logramos una excelente dinámica de trabajo.
¿Ha sentido discriminación por ser mujer?
Si, en mayor parte, del lado de los proveedores. Tal vez, por ser empresas más pequeñas y no tener una alineación más corporativa, no tienen lineamientos de género.
Al ser mujer y tratar de hacerles entender nuestra necesidad como negocio, piensan que los estoy “molestando” por ser mujer. De haber sido hombre seguramente no tendría que haber sido tan repetitiva en nuestras demandas.
Del otro lado están los clientes. Muchas veces se envalentonan por el hecho de estar tratando con una gerenta mujer cosa que no harían si fuese hombre, por lo que conlleva un doble esfuerzo el lidiar con este tipo de situaciones.
¿Ha observado cambios en el trato en el tiempo?
Creo que últimamente hay una conciencia mayor de respeto hacia la mujer. Ni nuestro personal femenino ni yo misma recibimos exabruptos resaltando nuestros atributos.
Creo que toda la presión y los debates por la ley del aborto dio visibilidad a un montón de situaciones a las que estábamos expuestas como mujeres y esto, en muchos casos, generó un cambio de conducta en la sociedad.
¿Qué cambios todavía hacen falta?
Definitivamente, lo más importante es el tema de equiparar los salarios sin importar el sexo. Aunque no es ni mi caso ni el de la estación, en el mercado laboral es muy conocida esta diferencia.
Adicionalmente, la oportunidad de llegar a cargos jerárquicos en Estaciones de Servicio se reduce muchísimo dado que es un ambiente mayoritariamente de hombres tantos clientes como empleados, porque todavía existe la idea de que “los autos son solo cosas de hombres“.
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