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Durante el encuentro de expendedores latinoamericanos que se realizará en Buenos Aires los días 26, 27 y 28 de marzo, debatirán la jornada de trabajo, exigencias legales y la conveniencia de turnos fijos o rotativos, así como el impacto de la regulación sobre la rentabilidad del negocio.
La agenda del próximo Congreso Latinoamericano de Estaciones de Servicio, que reunirá a representantes del sector en Buenos Aires a fines de marzo, pondrá el foco en uno de los temas más sensibles para la actividad: la gestión de los recursos humanos en un contexto de alta carga regulatoria y exigencias crecientes en materia de seguridad y salud ocupacional. A lo largo de tres jornadas, delegaciones de 13 países debatirán sobre las principales diferencias en torno a la normativa laboral, la organización de turnos y los costos asociados al empleo.
Francisco Berdaguer, asesor jurídico de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines, adelantó que uno de los ejes será el impacto que tienen sobre la operación los requisitos vinculados a la dotación de personal. “Más allá de las exigencias legales, la actividad de los estacioneros requiere cumplir con controles previos a la contratación de sus empleados. La capacitación es obligatoria, pero también lo son los exámenes preocupacionales que deben realizarse antes del ingreso formal”, explicó. Estos controles, exigidos por las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo, buscan no solo cubrir siniestros por accidentes o enfermedades laborales, sino también detectar eventuales patologías preexistentes que podrían comprometer la seguridad en la prestación del servicio.
En ese sentido, Berdaguer sostuvo que estos procesos, aunque responden a la normativa vigente, también son herramientas útiles de gestión para las empresas. “Permiten asegurarse de que el postulante esté apto para desempeñar tareas específicas y que cumpla con los estándares de seguridad que la actividad requiere, considerando que se trabaja con materiales inflamables y expuestos al riesgo”, remarcó en diálogo con surtidores.com.ar.
Otro de los temas de análisis será la estructura de la jornada laboral y la conveniencia de optar por turnos fijos o rotativos, un dilema que atraviesa al sector no solo en Argentina sino en toda la región. En el país, la Ley de Contrato de Trabajo establece como máximo 8 horas diarias o 48 horas semanales, pero permite excepciones en actividades que, como las Estaciones de Servicio, operan las 24 horas todos los días de la semana. En este marco, las empresas suelen recurrir al sistema de trabajo por equipos, combinando turnos fijos o rotativos según sus necesidades operativas.
“La normativa otorga flexibilidad para organizar los esquemas de trabajo siempre y cuando se respeten los descansos semanales y las pausas entre jornadas”, detalló Berdaguer. Las horas extraordinarias, aclaró, se computan únicamente cuando se supera el límite diario o semanal previsto o el que establece el convenio colectivo correspondiente.
Uno de los puntos que genera más controversia es la coexistencia de múltiples convenios colectivos de trabajo que rigen en el sector y que presentan diferencias en cuanto a la regulación de los días domingos y feriados. Mientras algunos acuerdos, como los CCT 371/03, 521/07 y 317/99, no prevén pagos adicionales para quienes trabajan los sábados por la tarde, domingos o feriados, otros sí lo contemplan, generando asimetrías que complican la planificación de los costos laborales.
El tema del autoservicio también estará sobre la mesa. Si bien en algunos países de la región su implementación ha avanzado sin mayores restricciones, en Argentina sigue siendo un asunto que genera debate. En algunas provincias la regulación vigente prohíbe la carga de combustible por parte del propio cliente, limitando la posibilidad de introducir esta modalidad y manteniendo altos niveles de empleo en las estaciones. Este aspecto será clave a la hora de comparar la situación local con la de otros mercados donde la automatización ya es una realidad consolidada.
Otro factor que preocupa a los empresarios es la estructura de costos, especialmente el peso que tienen los salarios y las cargas sociales dentro del total operativo. En un contexto de alta presión tributaria y márgenes reducidos, el costo laboral se lleva una porción significativa de los ingresos, lo que obliga a las compañías a optimizar sus planteles y a buscar alternativas para ganar eficiencia.
Al respecto, Carlos Gold, secretario de Relaciones Institucionales de CECHA y miembro de CLAEC, señaló que el intercambio de experiencias será fundamental para identificar posibles mejoras. “Sin lugar a dudas, el aspecto laboral resulta muy interesante al establecer comparativos entre las legislaciones y prácticas de distintos países, por las diferencias que se verifican en los contextos de aplicación. Va a ser de muchísima utilidad recabar información precisa sobre las normativas de otras latitudes, considerando que en Argentina está latente la posibilidad de una flexibilización laboral”, sostuvo.
Por último, también se analizará el impacto del activismo sindical en la dinámica diaria de las Estaciones de Servicio, un fenómeno que, según advierten desde el sector, presenta particularidades propias del país y que, sumado a la multiplicidad de convenios colectivos, complejiza aún más la gestión de recursos humanos.
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