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A pesar de que a diario se conoce una noticia relacionada con un hecho delictivo contra una boca de expendio, los empresarios del sector afirman que mermaron los robos gracias a las medidas de seguridad adoptadas en la actividad.
Todos los días se conoce una noticia relacionada con un robo a una estación de servicio. A los playeros, en el minimercado, a los clientes, a expendedores en tránsito hacia un banco; los hechos delictivos se suceden con total impunidad.
Sin embargo, los empresarios del sector afirman que ya no es tan profusa la ola de inseguridad que asolaba la actividad. Manuel García, titular de la Asociación de Estaciones de Servicio Independientes (AESI) señala al respecto que este tipo de comercio ya no se destaca por sobre el resto, como si sucedía hace un tiempo atrás.
“No podemos escapar del contexto general pero ahora es más habitual una entradera a un domicilio o a un asalto a un supermercado que un robo a una estación de servicio”, se excusa el dirigente.
García apunta a las medidas de prevención encaradas por los operadores como las gestoras de la disminución de los hechos violentos. “En todos los comercios hay decenas de cámaras, se tiene mucho cuidado con el manejo del dinero y la mayoría traslada la recaudación a través de blindados”, remarca. “Hoy no estamos atravesando una situación crítica”, enfatiza.
No obstante el pronóstico ofrecido por el titular de AESI, en algunas regiones del país la inseguridad sigue maltratando el normal desarrollo de las tareas. Un caso concreto es la provincia de Santa Fe, donde en los últimos días se conociera el robo a tres estaciones de servicio pese a que los playeros del turno nocturno no manejan efectivo y que se visualiza mayor presencia policial.
En algunas localidades de esa región, durante la noche que es el horario más vulnerable, los empleados solo aceptan el pago de la carga de combustible con tarjetas. Además muchos comercios decidieron cerrar los shops para evitar los asaltos.
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