The Boring Company, “la compañía aburrida” de Elon Musk fue presentada hace algunos años como la empresa que revolucionaría la movilidad urbana, ya que desarrolló una tecnología que permite construir túneles interconectados a una velocidad exponencialmente mayor que las compañías habituales, permitiendo a los automóviles trasladarse en una red similar a la de los subtes, idealmente sin conducción de humanos.

Sin embargo, para 2022, esas promesas están lejos de cumplirse. Si bien la compañía argumenta que las redes de túneles proporcionan un transporte de alto rendimiento, con un desarrollo escalable mediante capas, desplazando a las calles o rutas habituales de circulación. Algo así como un “subte” para autos.

Los túneles, que permiten un uso mínimo de suelo ya que entra solo un automóvil Tesla en alto y en ancho por cada túnel, están diseñados para complementar la movilidad habitual en principio y en un futuro suplantarla. Sin embargo, las promesas de Musk para el primer túnel que entró en operatoria en la ciudad de Las Vegas han quedado lejos de ser cumplidas.

Si bien The Boring Company puede construir túneles a una velocidad considerablemente mayor que su competencia, su costo es de entre cien millones y mil millones de dólares por lo cual su aplicación puede resultar imposible  para muchas ciudades del mundo.

Además, por ahora, los autos Tesla que ingresan a los túneles de Las Vegas, una ciudad altamente afectada por grandes congestiones automovilísticas, recorren el túnel de poco más de 1 Km de largo a aproximadamente 50 kilómetros por hora, muy lejos de los 240 prometidos por Musk.

Aunque por ahora su practicidad sea muy limitada, por costos y efectividad, la compañía continúa expandiéndose con propuestas a otras ciudades como Miami en la que pretenden construir un túnel de 10 kilómetros y 7 paradas por un costo de 220 millones de dólares.

La compañía no obstante, se mantiene expectante para continuar el desarrollo de su tecnología y expandir su marca hermana Tesla en Estados Unidos. En concreto, todavía está por verse si la apuesta de Musk podrá revolucionar la movilidad urbana.