Conectividad plena
Un recorrido por las principales corrientes que definirán el futuro de la movilidad, más allá de las tecnologías renovables.
El futuro de la movilidad en ocasiones parece no llegar nunca. Aunque las promesas de las novelas de ciencia ficción han quedado atrás en el tiempo, existen tendencias que comienzan lentamente a materializarse en diversas partes del mundo.
Los especialistas consideran que muchos de los conceptos que a continuación se presentan serán claves para las ciudades y poblados del futuro, pero para ello hay dos requisitos esenciales que deben cumplirse: conectividad plena y generación de energía limpia.
La conectividad plena refiere al funcionamiento pleno del internet de las cosas, es decir una conexión total de los aparatos eléctricos del hogar y de la movilidad, frecuentemente interactuando e intercambiando datos.
Una vez que los dispositivos puedan conectarse a tiempo completo a las redes móviles o de internet y comunicarse entre ellos y la generación de energía sea cada vez menos contaminante, podrán observarse fenómenos como:
Movilidad como servicio (Mobility as a service): hace referencia a los servicios de transporte compartidos, despojándose primariamente del vehículo como propiedad personal, mediante una red de alquileres temporarios. En este sentido, en algunas ciudades ya se observan estaciones de bicicletas y hasta motos eléctricas compartidas y los primeros experimentos de autos para alquiler temporario. El objetivo de esta tendencia es optimizar los espacios de los coches y aumentar la eficiencia del sistema de transporte.
Micromovilidad eléctrica: Esta tendencia cada vez más presente en el mundo refiere a la utilidad de los scooters, monopatines, bicicletas y hasta patinetas eléctricas para trayectos de corta distancia. En algunos casos ya se ha visto el concepto de movilidad como servicio incorporado a la micromovilidad, aunque todavía sea un desafío para las empresas que lo promueven demostrar la potencial renta del servicio.
Tránsito inteligente: supone la conexión plena de los elementos que componen el sistema de transporte de una ciudad para una gestión autónoma y automática de sus recursos. Esto implicaría optimización de recorridos de transporte público, actualización en tiempo real de semáforos y vías de circulación entre otras.
Conducción autónoma: otra de las promesas de ciencia ficción que cada vez está más cerca de concretarse. La conducción autónoma tiene 5 niveles: los niveles 1 y 2 son los que actualmente se encuentran en la mayoría de los vehículos. El nivel 5 sería un auto completamente autónomo, capaz de ser usado todo el día, optimizado para la movilidad a demanda o como servicio.
Para que estos conceptos se concreten y las ciudades se transformen en urbes sustentables, se deberá desarrollar infraestructura acorde. Aún hoy muchas de las tecnologías necesarias para ello están en etapa de prueba pero ya hay algunas ciudades como Londres, Sidney o Dubai que lideran los esfuerzos para el desarrollo de ciudad más sostenibles, con vehículos alternativos, conectados, seguros y autónomos.
Acivar/desactivar voz
Leer página