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Guido Diaz Quilici y Julieta Luz Carnevale exploran un pasado olvidado en La Angelita, donde surtidores de combustible antiguos revelan la conexión entre historia y comunidad en este rincón árabe de Argentina.
Guido Diaz Quilici y Julieta Luz Carnevale son una pareja de fotógrafos que recorren los pueblos de Santa Fe y Buenos Aires en búsqueda de historias que contar a través de su oficio.
Durante el cursado de su carrera iniciaron el proyecto Document.arte que registra elementos tradicionales e históricos de los lugares más antiguos de Argentina.
“Esta iniciativa está dirigida a capturar objetos y espacios detenidos en el tiempo, cosas que tienen algo para contar, ya sea un edificio abandonado, un pueblo con una rica historia o incluso objetos antiguos que representan momentos del pasado”, explica Diaz Quilici.

En diálogo con surtidores.com.ar comenta que en uno de sus caminos se encontraron con surtidores de combustible antiguos en La Angelita, Buenos Aires. Ubicado en el partido de General Arenales, a 370 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, habitado por casi 300 personas.
Este pueblo es conocido como “la pequeña Siria en Argentina”, por su influencia árabe en la ola de inmigrantes de 1909 y aún hoy mantienen sus tradiciones, ya que el 40 por ciento de su población es de origen árabe islámico.
Allí, se abrió el almacén de ramos generales en donde se despachaba combustible YPF a través de estos equipos instalados en el frente del local. Por su imagen, se puede suponer que fue uno de los primeros modelos lanzados por la compañía.
“Es interesante notar que, a diferencia de otros lugares donde los surtidores fueron vandalizados o robados, en La Angelita se mantienen en su lugar”, señala el fotógrafo.
Pese a que no está en el mejor estado, que se mantenga con todos sus elementos podría ser gracias a la importancia que tiene para la comunidad local la preservación del patrimonio histórico del pueblo.
Con esta experiencia, la pareja de fotógrafos inaugura su serie de historias del mundo de las naftas con la intención de sumergirse en este ámbito de la historia nacional buscando anécdotas e historias que contar.
ALGO MÁS DE HISTORIA….
A principios del siglo XX, se descubrieron importantes yacimientos petrolíferos en Argentina, especialmente en la provincia de Neuquén. Esto marcó el inicio de la industria petrolera en el país y la necesidad de infraestructura para el suministro de combustible.
A medida que el sector crecía, la necesidad de distribuir el producto de manera eficiente se hizo evidente.
Los primeros surtidores fueron importados de Estados Unidos y Europa, y comenzaron a aparecer en las Estaciones de Servicio a lo largo de la década de 1920.
Durante las décadas de 1930 y 1940, la industria petrolera argentina continuó creciendo y diversificándose.
Varias compañías nacionales e internacionales establecieron sus operaciones en el país, lo que llevó a una mayor demanda de surtidores y equipos de distribución.
En la década de 1950, Argentina comenzó a desarrollar sus propios modelos de surtidores, adaptados a las necesidades locales y a la estética del momento. Algunas marcas nacionales y empresas de ingeniería diseñaron surtidores que se convirtieron en íconos de la industria.
A medida que avanzaba la segunda mitad del siglo XX, los surtidores se modernizaron incorporando tecnologías más avanzadas, como sistemas electrónicos de medición y pantallas digitales, lo que mejoró la precisión en el suministro de combustible y brindó más información a los usuarios.
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