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Se publicó en el Boletín Oficial la reglamentación de la ley que actualiza los importes. El Ministro de Energía negocia con las empresas para que no repliquen la medida en los surtidores. Especialistas opinan sobre la falta de coordinación entre organismos del Estado
Se publicó en el Boletín Oficial la Resolución General 4257 que establece el procedimiento. De actualización de importes del Impuestos sobre los Combustibles Líquidos y al Dióxido de Carbono.
La medida implica la suba automática de los precios pero gestiones de última hora entre el Gobierno y las petroleras habrían frenado la decisión. “Aranguren nos pidió que no pasemos la suba del impuesto a los surtidores“, aseguraron altas fuentes del sector al salir de una reunión con el funcionario.
Las empresas se fueron del Ministerio de Energía con una decisión abierta sobre si aumentar o no los precios de la nafta. “La suba, causada por la aplicación del impuesto inflacionario luego de la reforma tributaria, es una decisión de ellos”, aclararon desde el Ministerio de Energía.

CRÍTICAS A LA POLÍTICA FISCAL
El especialista en Derecho Tributario, Dr Marcelo Saleme Murad, analizó el incremento del impuesto y su colisión con el acuerdo de estabilidad de precios que rige hasta fin de mes. “Llama la atención la falta de coordinación en dos ámbitos del propio Poder Ejecutivo, ya que no podemos sospechar que sea responsabilidad del Ministro Aranguren éste desaguisado, sino más bien de la intención de que el esfuerzo de la carga impositiva de un Estado deficitario lo afronte, una vez más, el sector productivo, y nada menos que en el combustible. Lo cual por otra parte va directamente contra el propósito oficial de bajar la inflación. Pudo haber sido también falta de previsión, pero no debió ocurrir”, señaló.
“Es cierto que las dos variables que han descontrolado la marcha de los planes del Gobierno, o sea precio del petróleo y tasas de los bonos del tesoro de EEUU, en realidad se deben a deseconomías externas; pero ello no puede solucionarse improvisando sobre la marcha y volviendo contra la palabra empeñada”, argumentó Saleme.
“La falta de coordinación entre Energía y Hacienda nos pone hoy frente a un escenario muy malo, que no puede proseguir. No se puede improvisar ni tener una política de “parches”, se requiere una política fiscal coherente y permanente, pues nadie invertirá en el país si no puede por lo menos prever los costos de los insumos elementales para producir”, lamentó finalmente el letrado.
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