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Contando las bocas pertenecientes al Automóvil Club Argentino, los surtidores propiedad de las empresas de bandera totalizan la décima parte del parque expendedor. Sin embargo son las de mayor caudal de ventas
De las 4423 Estaciones de Servicio que despachan combustibles líquidos y duales (comparten oferta con el GNC) 423 son propiedad de las compañías petroleras. El resto del mercado esta operado por empresarios independientes, ya sea bajo la modalidad de un contrato de exclusividad o por aquellos que comercializan combustibles sin marcas.
Sin embargo a pesar del ser minoría, su incidencia en el volumen general es más que significativo: Venden el 13,1 por ciento del total del sector e ingresan el 13,5 del impuesto determinado.
YPF cuenta con el mayor número de bocas propias gestionadas por su subsidiaria OPESSA. Son 153 comercios, la mayoría de gran envergadura y emplazados en zonas que deparan ganancias considerables, tal como refleja el balance remitido a la Bolsa de Valores que arrojó una utilidad bruta durante el ejercicio 2015 de 898 millones.
Shell por su parte, administra 43 comercios a través de Deheza, mientras que Axion energy hace lo propio con 69 expendedoras. Pampa (Petrobrás) representa 23, Dapsa 1 y el Automóvil Club Argentino 132.
La cantidad se encuadra dentro de los límites propuestos por el Proyecto de Ley de Comercialización de Combustibles de Uso Automotor, el cual establece que “las empresas petroleras podrán operar estaciones de servicio y/o bocas de expendio cuya venta a consumidor directo no exceda al 15 por ciento de las ventas totales en el mercado interno.”
De acuerdo a la iniciativa que aguarda su debate en el Congreso, la idea es que las compañías destinen sus recursos fundamentalmente a la producción y abastecimiento mayorista, dejando a las pequeñas y medianas empresas la comercialización o venta al consumidor directo, cada una compitiendo dentro de su segmento.
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